Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Reponen en el Konex versión infantil de “Cascanueces”

Una adaptación para niños del ballet “Cascanueces”, la más popular de las obras del género, será repuesta el domingo en el escenario porteño de Ciudad Cultural Konex, en su tercera temporada.

Bajo el título de “El Cascanueces y las Princesas Encantadas”, con música del compositor ruso Piotr Tchaikovsky, la pieza será presentada con coreografía de Leonardo Reale y adaptación de Juan Lavanga, se verá los domingos 14, 21 y 28 de abril y 5 y 12 de mayo desde las 11.

Los protagonistas de la obra serán Nina Zaera, primera bailarina del Teatro Argentino de La Plata; Leonardo Reale, del Teatro Colón; Yanina Toneatto, primera solista del Ballet Metropolitano de Buenos Aires; Christian Pérez, también del Teatro Argentino; y Ciro Mansilla, solista del Metropolitano.

En esta versión, al clásico “Cascanueces” se le suman personajes de cuentos universales como El Gato con Botas, La Cenicienta, La Bella Durmiente, Blancanieves y Aladinom, entre otros.

Persiste durante la puesta, de una hora de duración, el núcleo tradicional de la historia, que relata una noche de Navidad en la que Clara, la protagonista, recibe como regalo un muñeco Cascanueces.

Clara sueña grandes aventuras junto a Cascanueces, pero durante su curso son atacados por el ejército del Rey de los ratones, atraviesan el Reino de las Nieves y viajan al País de las Golosinas.

En las horas previas al reestreno, Télam dialogó con Reale, Zaera y Mansilla, los artífices de la obra, acerca de las características de la adaptación argentina.

¿Por qué les parece que ha funcionado con el público esta adaptación que llega a su tercera temporada?
Reale: Se incorporaron muchos aditamentos que facilitan la apreciación de los chicos, como el ingreso de personajes de otros cuentos de la literatura o el hecho de haber despojado a la obra de su contorno de violencia. Además se sumaron danzas urbanas como el hip hop y el “breack dance” que la hacen más atractivas para la cultura urbana.

Zaera: Además la obra tiene un gran puesta escenográfica y mucho trabajo de vestuario e iluminación. Pero sobre todo, como siempre, el fondo es la música de Tchaicovsky, que conmueve a adultos y chicos.

Mansilla: Creo que ha sido muy importante la presencia de chicos también arriba del escenario y eso sirve para que el público de chicos pueda proyectar y encontrar un reflejo.

La adaptación de Lavanga introduce importantes cambios, ¿Cuáles les resultan más audaces y determinantes?
Reale: En el segundo acto aparecen todos los cuentos universales y eso produce una identificación más rápida del público. Aparecen La Bella Durmiente, El Gato con Botas… y se produce una interacción que torna muy interesante a esta versión.

Zaera: Eso les permite una asociación con los libros y las películas que ya vieron y funciona muy bien. En lo personal se trata de una obra muy exigente desde lo técnico donde no hay margen para “mentirle” al espectador: los errores y los aciertos quedan siempre en evidencia.

Mansilla: La danza clásica está en el centro de la obra pero también aparecen otras formas de baile urbano que ayudan a llegar más allá del público específico del ballet. Esos elementos están combinados en un prudente equilibrio. (Télam)