Alejado de la televisión, y cerca de un año sabático, Marcelo Tinelli se enfoca por estos días en acompañar a su amigo íntimo, Federico Rivero, quien sufre un delicado momento de salud.

Mientras tanto, Tinelli se refugia en la contención de su novia, Guillermina Valdés, quien lo acompaña a cada momento, y con quien parece haber conformado una gran familia “amalgamada“, junto a los hijos de ambos. El domingo al mediodía, todos fueron a almorzar al restaurante al que acostumbra a asistir el conductor los fines de semana, según informa la edición de esta semana de revista “Gente”.

La foto de Valdés “jugando” con su hija Helena Ortega y con Juanita Tinelli, marca una muy buena relación entre las tres. En las imágenes también se lo ve al conductor junto a Candela y Francisco Tinelli. Al restó asistieron también Micaela Tinelli, y la otra hija de Valdés, Paloma Ortega, y el único ausente fue Dante Ortega, quien pasó el fin de semana con su padre, Sebastián Ortega.

“Marcelo está triste y Guille se convirtió en su principal cable a tierra; es el lado luminoso en el que se apoya. Ella lo contiene y lo conecta con lo bueno. Gracias a Dios, el amor le llegó cuando más lo necesitaba; sino, todo le resultaría mucho más difícil“, aseguran allegados a “Ideas del Sur”.

Fotos: Gentileza revista “Gente”.