Después de recibir el alta por una cirugía de uretra en el sanatorio de la Trinidad del barrio de Palermo, Jorge Corona atreviesa un difícil momento de pareja.

“Estoy en rehabilitación, es más jodido que en la operación, me hicieron un injerto con carne de la boca, me mató, cada vez estoy mejor pero no podía caminar, me caía, me daba como vértigo, no puedo estar solo”, contó el cómico.

Como si fuera poco, la mujer con la que compartió los últimos 15 años, Mónica, explicó que la pareja decidió tomarse un tiempo y vivir en casas separadas, por recomendación psicológica.

“Fueron muchos años y mucha tensión, estamos en el impasse que se necesita para ver que hacemos”… “Estoy con el tema de pánico hace unos años y nos dimos cuenta que era mucha carga de tantos años de estar sin ayuda, me desbordó, no podía salir a la puerta, ahora estoy aprendiendo a vivir mas tranquila”, explicó Mónica.

Aunque la pareja decidió tomarse un tiempo, Mónica contó que viven a dos cuadras el uno del otro y siguen viéndose frecuentemente.

“Que cuente conmigo para lo que necesite, es una buena persona, yo lo quiero mucho y pasamos muchas cosas. Pero si vernos puede interferir en que yo esté bien, hay que tomar una distancia, uno tiene que tener libertad, cada uno se tiene que aguantar sus cosas”, sostuvo.

Por su parte Jorge prefirió restarle importancia a la ruptura y aseguró que “las cosas siguen bien”.

“Todo bien, separados no, vivimos en distintas casas, estamos más tranquilos, es lo mismo voy a la mañana, tomo el café con leche, compro el diario,  me quedo un rato”, detalló el comediante.

“En la vida no somos nada, el ser humano esta computado, la gente no se da cuenta que se va morir, por eso tiene esos impulsos”, concluyó Jorge Corona.