El miedo de Cris Morena
Cris Morena está sentada en un vivero específicamente creado para su nueva serie, Aliados, su primer trabajo después de la bomba atómica: la pérdida de su hija, Romina Yan. Y se la ve distinta, pero también radiante, en un sentido de alguien que entiende cosas que los demás no. Y ese entender hoy tiene que ver con Aliados, su nuevo proyecto, que presenta no sólo la primera alianza entre Telefe y Fox sino un proyecto multimedia que está compuesto por webisodios de siete minutos y una proyección semanal tanto en Telefe como Fox.
Cris Morena sostiene que “Aliados es una declaración, es cómo me gustaría que fuera el mundo. En verdad, toda mi vida soñé con un mundo mejor, ¿no? Desde que era chica siempre soñé que podía hacer algo así, que sería alrededor de eso mi vida, y que la misión de cada uno tendría que ser ésa”. Y sigue: “Y Aliados es una declaración, una linda declaración de un deseo de un mundo mejor. Y es un intento de reflejarme a mí en estos dos años que han pasado, de ser lo más fiel posible con esto que me ha sucedido tan importante para mí y que ha cambiado absolutamente mi historia. No podía volver como si nada. Es un proyecto muy verdadero. El más real y verdadero, el más sentido de mis proyectos”.
Era una palabra que no estaba en mi diccionario normal, no la usaba nunca y un día la escuché, todavía sin un nombre decidido para el proyecto, y pensé ‘ahí está’. Porque sin aliados nunca hubiera podido salir de la oscuridad en la que yo estaba. De eso también se trata el proyecto: de personas que están en proceso de oscuridad. En mi caso era una oscuridad provocada por la tristeza y un montón de otras cosas. O atravesarlo: porque salir no se sale nunca. Estar con el corazón medianamente respirando.
Nació como un volcán. En ninguna situación especial. Empezó de a poquito con una canción. En un momento exacto: mientras iba doblando en una curva. Había un cartel que decía “Free” y no sé qué pasó, alguna señal milagrosa del universo. Sentí que algo me explotaba en el pecho y sentí una alegría que no había tenido en mucho tiempo. Algo que de hecho me cuesta volver a sentir. Un fulgor. Y a partir de ahí empezó de aparecer todo el proyecto.
La sociedad no está hecha para que los jóvenes amen o sean amados. Para que nadie ame o sea amado. El sistema está hecho para que seamos destruidos. Es muy difícil luchar contra eso. Los seres humanos no entendimos todavía lo que es el amor. Por ende, es imposible que eso se vea reflejado en demasiados productos de TV u otra cosa porque no todo el mundo lo ve o lo siente. Todos estamos en lo mismo. No veo otro secreto u otro camino que el amor en acción, en servicio. Todo lo que no entra en una cosa esquemática y es diferente asusta, y el miedo es lo contrario al amor. Yo siento muchas veces miedo.
Tuve miedo de no volver a contar historias. Tuve miedo. Me pregunté mucho quién era yo después de lo que pasó. Me lo pregunté siempre. Pero me lo pregunté mucho más que nunca. Y me lo sigo preguntando. ¿Quién era yo, María Cristina De Giácomi? Cris Morena sé perfectamente quién es. Pero a Cris Morena no le ha pasado nada, está impecable. No te olvides que es un personaje para lo que significan los medios. Soy yo. Pero la que no sale en los medios, la abuela, la mamá, la amiga, es la otra. Van de la mano, seguro. Pero no me creo el personaje.