La modelo y el capitán de Vélez revelaron cómo mantienen intacta su pasión en la intimidad. Disfraces, masajes y un tip infalible.

Para tener éxito en el juego del amor hay que ser jugador de toda la cancha. Con eso en mente, el capitán de Vélez Sarsfield, Fabián “Poroto” Cubero, demostró el lunes a la noche que es un goleador a la hora de conquitar a su mujer, Nicole Neumann.

“Hay que innovar”, explicó Cubero en el programa “Animales sueltos”, donde su mujer es panelista. “Por ejemplo, he comprado una camilla para hacer masajes y le hago masajes”, contó el futbolista mientras la rubia asentía sonriente.

“Duermo a las nenas primero. Las acuesto, me voy a mi cuarto, preparo la camilla, pongo una toallita, un hornito con el agua tibia y la velita abajo…”, explicó Cubero, quien es experto hasta en aromatizadores ambientales. “Tengo relax y amor, que es afrodisíaco… depende de la ocasión”, aclaró.

“Arrancás por ahí y a veces la dejás tan relajada que va directo a la cama y sino, hay final feliz”, bromeó.

Además de ser un masajista efectivo, Cubero admitió que mantiene intacta la pasión con Neumann a fuerza de creatividad, para más sonrisas de la modelo. “La hemos jugado de disfraces temáticos, por ejemplo, en el Día de los Enamorados o en Navidad, con las cositas temáticas”, convino la rubia.

“Él me trae las cositas ahí y cuando a mí se me ocurre y tengo ganas, me pongo alguna y me aparezco”, aclaró la modelo.

“Cuando vuelvo estoy como loco. Cuatro días concentrado, siempre viéndole la cara a (Emiliano) Papa, imaginate cómo vuelvo”, bromeó Cubero a propósito de su compañero de plantel en Vélez.

“El otro día me pidió si le podía volver a mandar fotitos. Porque en los comienzos, cuando yo hacía campañas de ropa interior le iba mandando cosas al teléfono, entonces me dijo: ‘Me podrías volver a mandar fotitos cuando concentro, ¿no?'”

“Soy muy sexual… Me gusta probar de todo dentro de la intimidad de la pareja”, retrucó Cubero.