Cinthia Fernández estuvo anoche cenando en el restaurante Campobravo de Palermo, pero antes de sentarse a su mesa con su novio, Matías Defederico, los hermanos del jugador y sus respectivas parejas, protagonizó un pequeño escándalo.

Al parecer, la bailarina no quiso esperar la larga cola que había para conseguir un lugar, y apenas pasaron cinco minutos desde que llegó comenzó a gritar para que le dieran una mesa.

La joven, embarazada de gemelos, hizo un escándalo porque quería una mesa de inmediato, y pegada a la ventana. Según testigos, le gritó a la recepcionista y a una moza, argumentando que no iba a esperar porque estaba embarazada, a pesar de que había gente aguardando hacía más de una hora.

Si bien le ofrecieron lugar para sentarse mientras se desocupaba alguna mesa, la figura de Stravaganza no quiso, y no se tranquilizó hasta que no consiguieron una mesa para ella y su compañía. Privilegios de la fama.