Una creación periodística de Luis Pedro Toni

“En terapia” se prepara para estrenar su segunda temporada

La exitosa ficción protagonizada por Diego Peretti, centrada en sesiones de psicoanálisis, inicia su segunda temporada el lunes 17 de junio a las 22.30 por Canal 7. Se suman Carla Peterson, Roberto Carnaghi y Luisana Lopilato.

Manteniendo su dinámica tradicional, la serie -una adaptación local del exitoso programa israelí “Be Tipul”- mostrará en 40 capítulos de media hora nuevas sesiones de terapia a cargo del analista Guillermo Montes quien, interpretado por Peretti, este año deberá afrontar una grave crisis personal.

“Montes es un personaje que está atravesando un momento de mucha crisis y en el medio de esa crisis tiene que seguir atendiendo pacientes que traen una complejidad importante. Entonces se lo puede ver consustanciado con su drama personal, pero al mismo tiempo tratando de resolver los problemas de los pacientes”, sintetizó Diego Peretti en charla con Télam.

En esta segunda parte de la serie, adaptada por Esther Feldman y Alejandro Maci, el terapeuta se divorcia de su mujer y se instala en un departamento en el que además establecerá su consultorio.

“Este año es lo mismo pero con otros pacientes, con una problemática diferente en mí y en los nuevos que llegan”, contó el actor, cuyo personaje en esta segunda temporada seguirá viendo a Lucía Aranda (Norma Aleandro), pero ya no bajo una supervisión sino como paciente, algo que también repercutirá en su trabajo.

Peretti describió a Montes como a un hombre solitario, que no está acostumbrado a utilizar su impulso: “Es muy racional y eso lo lleva a pensar que vivió poco y que aún hay puertas por abrir, para lo cual quizás sea tarde o no, tiene ese tipo de complejidad neurótica que tienen todas las personas pero que en su profesión se revisten de una cierta particularidad”.

Mientras tanto, continuará abordando nuevos casos y atenderá a  Juliana (Carla Peterson), una abogada de 41 años obsesionada con ser madre en el preciso momento en que esa posibilidad parece volverse imposible; a Valentina (Luisana Lopilato), una estudiante de arquitectura que acaba de ser diagnosticada de un cáncer linfático; y a José (Norman Briski), un empresario a punto de ser despedido que cree que su vida perdió sentido.

También volverán a pasar por su consultorio la ex pareja de Ana y Martín (Dolores Fonzi y Leo Sbaraglia), terapia a la que se sumará su hijo Maxi (Gonzalo Slipak), un niño con sobrepeso y de carácter esquivo quien desespera a sus padres.

“Durante los ocho capítulos que hacemos con Dolores (Fonzi), se verá el devenir de una pareja ya separada, junto a su hijo y cómo él, un chico obeso, será la primera víctima, el rehén del enfrentamiento entre esos padres”, contó Leo Sbaraglia en el marco de la presentación de esta nuevo año del ciclo.

En ese sentido, Fonzi agregó que aquí “ambos intentan reconstruir ese vínculo para que el niño esté lo mejor posible, aunque obviamente el chico es usado por los padres en este tironeo. Maxi no quiere dormir con el papá porque él lo presiona para que sea alguien que no es, la mamá entonces tiene como mucha bronca y pasan mil cosas”.

“Durante las sesiones -continuó la actriz- Montes puede ver aquello que afecta al niño en función de lo que los padres muestran; aparecen las propias frustaciones de los dos puestas en el chico”.

A la estructura tradicional del programa, en la cual los actores de cada emisión suelen encontrarse sentados para charlar sus conflictos frente al terapeuta, se agregan algunas innovaciones para esta segunda parte.

El ciclo sumará escenas que se desarrollarán en la sala de espera y el ambiente del consultorio también será diferente, ya que Montes se separó y mudó su trabajo y sus libros a un nuevo espacio, donde se realizarán los encuentros.

En cuanto a la mecánica del trabajo, Sbaraglia destacó que en “la serie es mucho más atractiva ya que las condiciones están mejor dadas para la actuación: El capítulo puede durar entre 25 o 30 minutos y en sólo una toma, que puede extenderse entre 10 o 30 minutos, uno tiene los minutos necesarios para entrar en una vida, en la situación planteada”.

Para Luisana Lopilato, quien interpreta a una joven estudiante que padece una grave enfermedad, su intervención en la tira significa un desafío en carrera.

“A medida que pasan los años me van gustando otro tipo de trabajos, y ahora me animo a hacer cosas que antes no me gustaban o que por ahí el miedo no me permitía afrontalas”. (Télam)