Victoria Vannucci volvió al living de Susana Giménez, pero esta vez lo hizo acompañada de su marido Matías Garfunkel y el fruto de esa relación de amor, Indiana.

La primera hija de la modelo y conductora “debutó” en el programa de la diva a menos de tres meses de su nacimiento. En un momento, la beba se puso a llorar. Pero “la abuela” Susana dio una lección de cómo calmar un ataque de llanto.

“Más linda no puede ser”, fueron las primeras palabras de la conductora y casi de manera automática, Indiana cambió las lágrimas y el berrinche por ojos bien abiertos. Y las sonrisas no tardaron en llegar después de algunos gestos de la estrella.

Además de tranquilizar a la nena, la diva habló con Vannucci y Garfunkel del difícil momento que tuvieron que atravesar tras el accidente que sufrió el empresario hace más de un mes. “Gracias a Victoria estoy acá, cargó con toda la responsabilidad y se puso todos los médicos al hombro”, confesó Garfunkel.

Durante toda la entrevista, la pareja no ahorró en palabras para describir su amor. “Es el hombre de mi vida”, remarco ella.

El empresario se quejó de las trabas que se están presentando para que su mujer pueda divorciarse de su ex marido, el futbolista Cristian Fabbiani. “Ahora vamos a juicio porque me pide una cantidad de dinero”, reconoció Vannucci.

Y antes de la despedida, revelaron sus ganas de agrandar la familia: “¿Planes de terner más bebitos? Tenemos ganas”, reveló la pareja.