Rosa candida, un relato de amor
“Rosa Candida” es una novela, narrada por un personaje masculino que reflejara sentimientos tan tiernos, refrescantes, enroscados y limpios como el de este joven jardinero. Se logra la creación de un personaje masculino tan perfecto, con cualidades tan deleitables, inteligente y práctico, sensible y generoso, buen hijo, buen hermano, buen amante, estupendo jardinero y padre ejemplar.
Su encanto está en su fluidez, su sencillez, la fácil comunicación, su manera de sorprender en los giros inesperados, la placidez de la vida bucólica de unas personas que viven su rutina con generoso aplomo. La magia te amarra a la lectura lenta, dentro de su atmósfera relax, donde participas de las inconsecuentes vidas de los monjes, y de una pareja de jóvenes que no encuentra su definición.
La sombra de la madre del joven jardinero permanece viva en el recuerdo de la familia durante el transcurso de la historia. La señora, que cultivaba flores en un invernadero en el traspatio del hogar, es la fuerza vital que mueve a su hijo Lobbi a cultivar flores y hierbas aromáticas en el Majestuoso Jardín de las Rosas Celestiales del monasterio. Su viudo padre la invoca cuando ve perdida alguna batalla con su hijo Lobbi, gemelo de Josef. Completan el elenco, Anna, un estudiante de genética, y Flora Sol, un bebé de rizos dorados.
La situación más importante se da por la madre de su hija, Anna (La amiga de un amigo con quien se acostó una vez y la embarazo), y Lobbi quienes están continuamente buscándose, pero no entre sí, sino a ellos mismos. La narración muestra la simpleza del hombre, la tendencia a tener miedos, a enroscar las cosas más simples y a intentar buscar, buscar y buscar incansablemente la perfección, el éxito y la excelencia nos encontramos solamente, con la extrema inconformidad y nos hacemos incapaces de ser felíz alguna vez. Todo lo que necesita el hombre de este libro es amor, todo lo que necesitamos es amor, y es justamente lo que encontrará en este maravilloso relato. Amor en todos sus estados y un llamado a la reflexión.
Sinopsis:
El joven Arnljótur decide abandonar su casa, a su hermano gemelo autista, a su padre octogenario y los paisajes crepusculares de montañas de lava cubiertas de líquenes. Su madre acaba de tener un accidente y, al borde de la muerte, aún reúne fuerzas para llamarle y darle unos últimos consejos. Un fuerte lazo les une: el invernadero donde ella cultivaba una extraña variedad de rosa: la rosa candida, de ocho pétalos y sin espinas. Fue allí donde una noche, imprevisiblemente, Arnljótur amó a Anna, una amiga de un amigo.
En un país cercano, en un antiguo monasterio, existe una rosaleda legendaria. De camino hacia ese destino, Arnljótur está, sin saberlo, iniciando un viaje en busca de sí mismo, y del amor perdido.
En Rosa candida (Alfaguara, 2011), de Audur Ava Olafsdottir (Reikiavik, 1958), el libro viene precedido por comentarios de periódicos y revistas europeas reproducidos en la contrasolapa interior que lo menos que dicen es: “una obra sobresaliente” (Morgunbladid), “la delicadeza que encierra cada página de Rosa candida es tal que podemos creer que estamos soñando” (Le Point)… Paris Match lo redondea así: “La muerte, el deseo, las rosas: la alquimia de una novela que causa asombro página tras página, y que suscita una enorme admiración por quien la ha escrito”. Además de numerosa cantidad de premios.
Editorial: Alfaguara. Páginas: 271