Quedaba por conocerse cómo fueron aquellas clases que brindó el maestro Julio Cortazar en la Universidad de Berkeley,USA. Alfaguara presenta en el país esas 8 clases magistrales editadas por el filólogo Carles Álvarez Garriga. El compilado nos trae un Cortazar oral de dos horas cada lección pronunciadas en octubre-noviembre de 1980, otoño californiano, entre las dos y las cuatro de la tarde, más entrevistas matutinas algunos días por la mañana con los alumnos que lo deseaban. Fueron cerca de un centenar de asistentes los que se ilustraron con el autor de Rayuela, quien escribiendo a un amigo en París le contó que era muy bajo el nivel de los jóvenes de esos cursos en conocimientos de literatura, y que él no se sentía profesor “¿yo enseñar?, le contaba también que preparaba la clase, según las preguntas de los alumnos, y de allí comenzaba a  orientarlos, aclarando que “no soy sistemático”, hizo saber, asimismo, a su amigo francés que las autoridades de la universidad de Berkeley no quedaron conformes con él  “por ser rojo” (carta a Guillermo Schavelzon,18.12.80) “y por no tener metodología”, posición que le divertía a don Julio. Cortazar estuvo muchos años negándose a viajar a Estados Unidos ya que lo consideraba país imperialista…, pese a numerosas invitaciones de otras universidades de esa nación. En estas clases que el autor calificaría de informales, desacartonadas de toda esquematización docente,  cita a muchos escritores y personajes de figuras del arte y la política del siglo XX (Julio murió en París en 1984), a lo sumo cada uno es requerido unas dos veces en el transcurso de las 312 páginas del nuevo inédito, pero Jorge Luis Borges está presente en una docena de veces…Justamente argentina también tuvo su Borges oral, grabado en tres LP, cuando vino de visita  desde Suiza donde ya vivía, a Buenos Aires y ofreció conferencias en el Coliseo,producido por el periodista Ramón Andino.Entrando en “Los caminos del escritor” asi se titula su primera clase explica que la  etapa inicial de su carrera fue estética, preocupándose por escribir bien,con el faro que lo iluminaba: Borges. Luego vivió la etapa metafísica, de pensamiento, y la última resultó  la histórica que empieza cuando viaja de Paris a Cuba, con experiencia social y literaria. Otros desarrollos de ese magisterio personalisimo fue el de manifestar porque prefirió ser cuentista y no autor de novelas, aúnque algun cuento como El perseguidor, es singular y extenso relato con relevantes nudos.Otros tópicos presentados fueron el humor y las ironias, sin dejar afuera el erotismo y la literatura, culminando con una revisión de sus títulos antológicos: Rayuela, El  libro de Manuel y Fantomas contra los vámpiros internacionales. Un Cortazar abierto, afectivo con aquel  alumnado, sin el pedestal de literato que se ganó con suficiencia.
 
LUIS PEDRO TONI