Una creación periodística de Luis Pedro Toni

El lema de Vicky Xipolitakis: “Billetera mata galán”

“Creo que nunca en mi vida me subí a un colectivo. Siempre viví en Lanús y de chica me llevaban mis papás a la escuela, ya de más grande caminaba al colegio. Cuando cursé los dos años y medio de Administración de empresas en la Uade, iba y volvía en taxi”.

“Sigo viviendo con mis papás porque soy muy familiera, y de cómoda, la casa es gigante y tengo todo. Soy la nena malcriada, no cocino, tengo la ropa, le dejo notitas a mi mamá con la lista de cosas que necesito y a la mañana aparece todo. Me criaron como en una caja de cristal”.

“Tuve sexo en un lugar público, en la ruta, pero no me grabé. Yo no llevo mi casa a nadie, me tienen que llevar a mí. Por lo general, el hombre que conozco es grande, vive solo y tiene su casita. Si no, hay lugares para ir. Creo que si tenés ganas, hay que hacerlo. Obvio que sin que la gente te vea, eso no me gusta. Tuve sexo en un lugar público, en la ruta, pero no me grabé”, chicaneando a Silvina Luna por su video hot.

Luego aseguró: “Antes pagaba en las citas, pero ahora ya ni amago. El hombre me tiene que tratar como una reina. Si no tiene plata, que no me saque a pasear. Aunque siempre que me enamoré fue de personas más pobres, y los mantenía yo, pero hoy me enamora la plata. Porque estoy como para mantenerme en el estatus o para sumar, si no me quedo en mi casa. Y no es que me enamore el dinero, sino que te den todo, con la persona que me haga sentir bien y me trate como una reina”.

“Después del Pipi no me volví a enamorar. No tuve tiempo para enamorarme, estuve trabajando mucho y hoy no tengo el tiempo necesario para conocer bien a una persona. Para estar por estar, prefiero estar sola, yo necesito querer. Hoy tengo para elegir y no me gusta el touch and go, aunque si me gusta la persona, lo acepto. No me enamoraría de un gordito ni un intelectual que nació con anteojos para leer libros. Para mí todo entra por los ojos y me pasó que escuché hablar a una persona y me aburrí. Me gustan los que me hacen reír, el pícaro… Yo estoy para pasarla bien”.

Para finalizar, la rubia habló sobre algunos conflictos de su infancia:”A los 15 años sufrí anorexia nerviosa, cuando quería ser modelo. Fui a la escuela de Ricardo Piñeiro y también escuché que había que tomar 9 litros de agua por día. Eso me empezó a barrer el cuerpo, yo no me veía flaca pero era un esqueleto, llegué a pesar 35 kilos. Casi me muero, no me querían admitir en los centros de rehabilitación por el riesgo, ¡era un asco! No comía, sólo tomaba agua. Pedí ayuda a un psicólogo, pero fui tres veces, como sólo me escuchaba, me aburrió y no fui más. Yo era la morocha y Stefi la rubia, yo me sentía la fea y quizá quería llamar la atención para exigir amor a mi familia. Ahora es mi mejor momento, como re bien”.