Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Comunicado oficial de Alcides, pidió perdón

Estos días salió al aire una cámara oculta al cantante Alcides, en la que se lo puede ver diciendo ofensas muy graves contra una bailarina de su staff.
 
“Todos los que nacieron en democracia son una bosta podrida. Todos, todos, no hago excepción ni con mis hijos. Yo tengo hijos del 2000, bosta podrida”, dijo el artista.
 
Dirigiéndose a la bailarina, agregó: “Bailaste en Ramos Mejía y Ciudadela, put… Las discusiones me llegan atrás de la oreja. Se acabó Alcides. Estos negros de mier… bailan en los boliches por 80 o 100 mangos”.
 
El músico se encuentra en Uruguay, pero su abogado, Pablo Foglino, envió un comunicado para aclarar lo ocurrido.
 
“En relación al video difundido ayer en el programa Intrusos, he de aclarar que reproduce una situación que mal puede comprenderse sin colocarse en el debido contexto. La situación tiene lugar en la combi que nos traslada de show en show, que es el equivalente a la oficina de cualquier administrativo. Nuestro intimo lugar de trabajo. ¿Quién no discutió con un compañero de trabajo y le dijo barbaridades de las que luego se arrepienta?. 
 
La edición del video omite maliciosamente el inicio infantil de la discusión, que se originó cuando le pedí a la bailarina que me permitiera sentarme adelante para poder estirar mis piernas y se negó alegando que ella era tan importante como yo. Esa falta de respeto, sumadas a otras ironías de la jovencita,  genero mi ira, potenciada por la falta de sueño, y el cansancio de horas de trabajo, que sumado a mi temperamento me llevaron a decir cosas con el solo fin de compensar la injuria. Soy una persona de más de 60 años, que suelo quejarme de los modales de los jóvenes y su falta de respeto a los mayores, refiriéndome a ellos como los “nacidos en democracia”, como regla mnemotécnica, y obviamente sin relación alguna con la forma de gobierno. Lamento y condeno que dos jovencitas que apenas me conocen hace 2 meses reemplazando a mis bailarinas titulares, cobardemente divulguen situaciones que pertenecen a una intimidad de trabajo, donde en evidente connivencia se aprovecharon de mi estado de agotamiento y mi carácter, quien sabe con qué fines. 
 
Aquellos que trabajan conmigo hace décadas, pueden dar fe de mi proceder, de mi conducta y mis principios, sin dejar de tener en cuenta que soy una persona como cualquier otra que sumido en la ira puede perder sus frenos inhibitorios momentáneamente. Lamento profundamente la referencia que hice a mis hijos a quienes amo profundamente y pido perdón”.