Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Historia de supervivientes extraviados en una isla

“En la isla” de Tracey Garvis Graves, se posiciona como lectura indispensable para la biblioteca del lector. Con una prosa estilo testimonial periodística, contada por sus protagonistas, es una novela sumamente real. Me pareció todo un acierto por parte de la autora reflejar de forma tan exacta lo que podría pasar si se come o toma lo primero que se encuentra en un sitio del que lo desconoces todo. Las enfermedades, el hambre, la sed, la cantidad de suciedad que soporta el cuerpo, la carencia de elementos básicos, que los protagonistas no poseen, es lo que convierte este relato en una realidad.

Los personajes son Anna, una profesora de 30 años, que toma un trabajo, para aclararse y alejarse de la rutina, y que le llevará toda una temporada estival.  Y T.J, un chico de 16 años, recuperado de un linfoma de Hodgkin, y a punto de repetir el año escolar.

Micky, el piloto del hidroavión que los transportaba a su destino, sufre un paro cardiaco en medio del vuelo, justo cuando sobrevolaban por el océano Indico, entre el aeropuerto de Malé, y su destino, Las Islas Maldivas. El piloto fallece, el aparato pierde el control y termina estrellándose en el agua. Así comienza el relato, con los personajes teniendo un accidente, que los dejará en una isla desierta, y que los obligará a utilizar todos los conocimientos que posean para la supervivencia y convivencia. Garvis Graves narra los diferentes momentos de angustia, esperanza, deseo, desesperación, y morbo que los personajes vivirán en tres años y medio de extravió en la isla.

El rescate de la isla se desencadenará por un fenómeno meteorológico que azotó Indonesia a finales del año 2004; el tsunami. Aquí es donde realmente se nota la excelente labor de composición de la autora para hacer de una desgracia a escala mundial, una tabla de salvación para los protagonistas. La parte romántica de la  historia está muy bien contada, tiene sentido y va mostrando las vicisitudes de una mujer de 30 y pico, con un pensamiento de vida bien diferente, al de su compañero de desgracia con tan solo 19. Pero no es aquí donde termina la historia: Anna y T.J tendrán que superar algunas pruebas más, antes de que la vida les muestre lo maravillosa que puede ser para ellos, ya sea en forma individual, como conjunta. Con un final tan perfecto e inimaginable, que será prácticamente imposible borrarte la sonrisa de la cara.

Sinopsis:

A sus treinta años, Anna Emerson siente que su vida se ha estancado. Harta de los largos inviernos de Chicago y de una relación de pareja que no parece tener futuro, Anna acepta sin pestañear la oferta de una acaudalada familia de pasar el verano en las Maldivas como tutora de su hijo T. J. Éste, por el contrario, no está precisamente entusiasmado con el plan. Aún no ha cumplido los diecisiete, acaba de superar un cáncer con pronóstico incierto y lo único que desea es recuperar su vida y volver a ser el de antes.

Tras un largo viaje plagado de contratiempos, el destino coloca a Anna y T. J. en una avioneta rumbo al paraíso, pero, mientras vuelan sobre las aguas azul turquesa del océano Índico, el aparato se estrella en un mar infestado de tiburones. Anna y T. J. sobreviven milagrosamente y son arrastrados por la corriente hasta una isla deshabitada. Los días se convierten en semanas, las semanas en meses, y sus esperanzas de rescate se van disipando. Así, con apenas alimentos y a merced de un clima despiadado, Anna y T. J. aprenden a subsistir en un entorno tan bello como peligroso, pero el mayor desafío para Anna será el de convivir con un chico que rápidamente se está transformando en un hombre.

Páginas: 314. Sello: Salamandra. Editorial: Edhasa