El choque de civilizaciones, el encuentro entre el conquistador español Hernán Cortés y Montezuma, caudillo azteca, es el tema que aborda Wolfgang Rihm en La conquista de México,  basado en textos de Artaud y  Octavio Paz.

Esta ópera que se estrenó en España en una nueva producción del Teatro Real, cuenta con la Dirección musical del argentino Alejo Pérez.

La conquista de México es una obra de teatro musical y espacial deslumbrante  pues el  sonido es móvil,  se traslada de un lado a otro como si estuviese en 3D. Montezuma aparece como una “escultura de voz” con tres voces de mujeres, mientras que a Cortés se lo representa en un ambiente masculino. Los músicos están repartidos en distintos puntos del teatro; altavoces, en diferentes ubicaciones, reproducen fragmentos corales que fueron grabados previamente. Controlar todos estos parámetros y defender la calidad en todos sus aspectos es el primer objetivo de Pérez como Director de esta compleja obra. De lo que se siente más satisfecho es de “descubrir que esa búsqueda de la excelencia no se termina nunca”.

A este compositor y pianista que se desempeña como Director invitado en orquestas de todo el mundo, le gustaría llevar siempre consigo la manera de hablar de los argentinos: “una cierta fantasía alerta que tenemos incluso en las conversaciones cotidianas”.  Ha cumplido su sueño de estar siempre haciendo música, y aunque dispone de poco tiempo para disfrutar de la vida cultural de la ciudad de turno,  como espectador se siente atraído por el repertorio a la vez que exige  que “el combo” sea completo. Entre las creaciones ajenas que le han marcado, la literatura de Borges es una mención ineludible.

Alejo Pérez destaca la alegría que para él y para el Teatro Real significó el haber asumido el compromiso y la apuesta de la programación de esta obra. La conquista de México era uno de los proyectos más queridos de Gerard Mortier, anterior director artístico del Real, destituido en confusas circunstancias.

 DESDE MADRID, MARCELA SILVA NÚÑEZ