Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Alucinaciones de Oliver Sacks, un análisis del cerebro y los sentidos

Seguramente Oliver Sacks es en la actualidad el más conocido de los neurólogos a nivel mundial y no porque publique eruditos artículos científicos basados en tecnología de punta.  Sacks, se ha hecho un nombre como narrador de sorprendentes historias de pacientes neuro-psiquiátricos, en las que hace un despliegue de intuición sabia y sensibilidad depurada, y donde a través de su lenguaje llano nos permite abismarnos con deleite en el siempre aún misterioso funcionamiento de la mente y cerebro del ser humano. Nos ofrece la fina descripción semiológica y la cumplida explicación de los mecanismos neurobiológicos subyacentes a cada cuadro que nos presenta.

La sociedad en general ha estado, señala el autor, acostumbrada a pensar indiscutiblemente que “escuchar voces” es sinónimo casi indefectible de “locura” y que ello nunca ocurre sino en el contexto de severas alteraciones mentales. A partir de esta constatación, y a modo de refutación frondosa, compila y expone diversas y peculiares manifestaciones de alucinaciones provenientes de distintos territorios sensoriales y que se asocian a cuadros y situaciones tan distintos como la epilepsia, el consumo de drogas, el delirium, la narcolepsia, la privación sensorial, la enfermedad de Parkinson, la migraña, los estados de duelo, el síndrome de Charles Bonnet, y varios otros.

El libro de Sacks, sería de notable utilidad inclusive para psiquiatras y otros trabajadores de la salud mental por cuanto es una apretada e ilustrativa síntesis de la literatura sobre el milenario pero aún desconcertante fenómeno de las alucinaciones, a las que ciertamente, bajo ciertas circunstancias, todos podríamos hallarnos susceptibles.

Sinopsis:

No vemos con los ojos, sino con el cerebro; de ahí que muchas veces veamos cosas que no están delante de nosotros, cosas que a veces llamamos apariciones, fantasmas o visiones, conceptos, todos ellos, que obedecen al término genérico de alucinaciones». Pero las alucinaciones no son sólo visuales. Como nos explica Oliver Sacks en su nuevo y fascinante libro, las alucinaciones también pueden ser olfativas o auditivas. Cuántas veces hemos «oído» que alguien nos llamaba y al volvernos no había nadie; o hemos experimentado un olor cuya presencia es físicamente imposible; o hemos creído que alguien nos seguía; o hemos «visto» algo que la razón nos dice que no pertenece a nuestro mundo.

Asociadas en la mentalidad popular con la locura, las alucinaciones obedecen muchas veces a un simple problema neurológico con nombre y apellido, y tienen más que ver con la privación sensorial, la ebriedad, la enfermedad o algún tipo de lesión. Quienes padecen migrañas pueden ver arcos de luz o figuras liliputienses. La gente que pierde la vista puede compensar su carencia con un rico mundo visual alucinatorio, e incluso el simple hecho de dormirnos o despertarnos puede causar que el mundo onírico y el real se fusionen en una imaginería imposible. Gran parte de nuestra fantasía popular y nuestro folklore se basa en las alucinaciones, sin las cuales no podemos comprender figuras como los ángeles, las brujas y los alienígenas, ni tampoco algunas obras de autores tan conocidos como Dostoievski, Evelyn Waugh, August Strindberg o Amy Tan, víctimas todos ellos de alucinaciones en algún momento de su vida.

Pero las alucinaciones no son fenómenos negativos sino positivos, y constituyen, de hecho, una de las mejores ventanas que poseemos para asomarnos a la complejidad de los circuitos cerebrales y a la forma en que éstos nos muestran la realidad o, a veces, crean la suya propia.

Paginas: 303. Editorial: Anagrama