En una época donde hay uso y abuso de cirugías plásticas, Amalia Granata contó que puede distinguir quién pasó por el quirófano y quién no porque estudió instrumentación quirúrgica. 

“No me recibí, me faltaron dos materias, pero hice prácticas. Estuve con un cirujano plástico dentro de un quirófano y vi muchas, sé cómo quedan y cuando veo a alguien me doy cuenta”, aseguró la modelo, quien soprendió con una confesión: “Me pongo bótox desde que tengo 23 años”.

“Es en la frente y en los costados. Se nota. No puedo poner cara de enojada. En el Bailando mi coach me decía ‘vos tenés que hacer más caras’ y le decía ‘yo las hago, no se me notan por el bótox'”, señaló graciosa.

Por último, largó su lengua filosa y opinó de las famosas y las cirugías. “Hay mucha cara rellenada en la tele, hay mucha mala praxis. La gente cree que te ponés botox y quedás toda rellenada, pero no, eso es relleno. El bótox te paraliza los músculos, no te rellena”.