Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Apasionado viaje de amor entre Wanda e Icardi

Si bien Wanda Nara y Mauro Icardi se cansaron de subir a Twitter distintas fotos de su viaje a Brasil, en donde pasaron Navidad y unos románticos días de luna de miel, la revista “Gente” en su edición de esta semana tiene imágenes exclusivas de la pareja.

El martes 24 en el vuelo 2270 de Aerolíneas Argentinas, que partió a las 7.05 horas desde Aeroparque rumbo a Florianópolis, para pasar una Navidad romántica y disfrutar sin interrupciones de la pasión que sienten. Una valija pequeña y el preciado mate de Mauro conformaron todo el equipaje. Desde el aeropuerto viajaron en helicóptero hasta el resort, y apenas hicieron el check in, los trasladaron en un carrito de golf hasta Villa Especial Esmeralda, el bungalow que habían reservado, por un valor de 2.100 dólares la noche, y que cuenta con 310 m2 y piscina en la propia terraza. Una de las noches, cuando volvieron a su habitación, encontraron el jacuzzi repleto de espuma y cubierto de pétalos de rosa. Y a un costado, una botella de champagne francés y bombones con las iniciales de sus nombres.

La modelo y el futbolista se hospedaron en el resort Ponta dos Ganchos, ubicado en el litoral brasileño, a 40 kilómetros de Florianópolis, en Governador Celso Ramos, estado de Santa Catarina. “Están tan ensimismados, recostados en un camastro, con un mar azul transparente y planchado y una ladera montañosa verde de fondo, que no advierten la llegada del camarero: “¿Oi amigo, tudo bem?”, consulta respetuoso el empleado, elevando un poco la voz para que interrumpan semejante muestra de cariño. El hombre sólo atina a dejar el pedido sobre la mesita, para volver a su puesto de trabajo. La parejita ignora los sándwiches que les trajeron y continúa con el show de arrumacos y caricias de alto voltaje”, informa la publicación.

El viernes por la mañana disfrutaron de la playa. Incluso Wanda, aprovechando que el mar estaba muy calmo, se animó a practicar SUP (Stand Up Paddle Surf), el deporte de moda del verano. Luego almorzaron en el lugar, pasando la tarde mimosos a orillas del mar. Ya entrado el sol, regresaron al bungalow. Los esperaba la última noche de pasión.