Una creación periodística de Luis Pedro Toni

“Wakolda”, “Marea Baja” y “Los Posibles” en el Festival de Goteburgo

“Wakolda”, de Lucía Puenzo, “Marea Baja”, de Paulo Pécora, y “Los Posibles”, de Santiago Mitre y Juan Onofri Barbato, serán algunas de las películas argentinas que participarán del 37mo. Festival Internacional de Cine de Goteburgo, en Suecia.

Se trata del festival más célebre de Escandinavia, y uno de los más importantes de Europa, que se desarrollará en esa ciudad de Suecia entre el 24 de enero y el 3 de febrero próximo, con un total de 500 películas llegadas desde 76 países, entre ellos Argentina.

Mientras que la película de Puenzo, que estos días fue elegida para competir por los Premios Goya, se verá en la sección Festivales Favoritos, el segundo largometraje de Pécora será exhibido en la sección Cinco Continentes y “Los posibles” en la sección Visionarios.

La participación argentina en Goteburgo se completa con la proyección de “Habi, la extranjera”, opera prima de María Florencia Álvarez, con producción de Lita Stantic, y con la coproducción con Colombia Deshora”, primer largometraje de la salteña Bárbara Sarasola-Day.

Este año, el festival entregará el Premio Dragón de Honor al actor británico Ralph Fiennes, mientras que realizará un amplio foco del cine ruso actual, además de ofrecer las nuevas producciones de las cinematografías de la zona, como la sueca, la danesa, la noruega y la islandesa.

En su tercera película, con la que compitió en la sección Una Cierta Mirada del último Festival de Cannes, Lucía Puenzo lleva la acción a 1960 y pone como punto de partida la llegada de un hombre de ciencia alemán a Bariloche, cerca del lago Nahuel Huapi, que elige quedarse en una hostería recién inaugurada en ese lugar.

Allí lo reciben los propietarios, un joven matrimonio padres de una niña que parece mucho más pequeña de la edad que en verdad tiene, quien muy rápidamente establece una relación con el recién llegado, y tiene una singular fascinación por él, dotado de una extraordinaria capacidad de seducción.

Por su parte, “Marea Baja”, segundo largometraje de Paulo Pécora que tuvo su estreno internacional en Karlovy Vary, es una oscura historia

policial ambientada en el inhóspito delta del río Paraná, donde un criminal, interpretado por Germán de Silva (“Las Acacias”), hace un alto en

su huida hacia Uruguay y establece una extraña relación con dos mujeres que lo alojan en una vieja casona.

Con rasgos propios del cine policial negro, la película envuelve al espectador en un clima de tensión creciente y una atmósfera asfixiante,
mientras el protagonista busca en la selva un botín escondido y presiente la llegada de sus perseguidores, que lo buscan para reclamarle el dinero de un atraco.

En tanto, el cine y la danza contemporánea se funden en “Los posibles”, un filme experimental donde el director Santiago Mitre y el coreógrafo Juan Onofri Barbato exploran las posibilidades plásticas del movimiento, lo abstracto y lo misterioso, junto a un grupo de bailarines del centro de día Casa Joven La Salle de la localidad bonaerense de González Catán.

Se trata de una experiencia inédita en el cine local, en la que el director de la multipremiada “El estudiante” dejó de lado la narración clásica y se dejó llevar por la abstracción y el azar para registrar (y generar al mismo tiempo) distintos momentos e imágenes surgidos de las potentes coreografías creadas por  Barbato para la obra teatral homónima.

En “Deshora”, ópera prima con la que había competido en Berlín, Bárbara Sarasola-Day aborda “la intimidad y el deseo” dentro de un matrimonio en decadencia que se ve revolucionado con la llegada de un familiar lejano.

Protagonizada por Luis Ziembrowski, María Ucedo y el colombiano Alejandro Buitrago, esta coproducción entre Argentina, Colombia y Noruega
describe el drama de una pareja de clase alta salteña, dueña de una plantación de tabaco, que pasa por una crisis matrimonial -por inercia y falta de deseo- que se ve acentuada con la llegada de un primo de ella, que desata miserias y pasiones ocultas.

Por último, “Habi, la extranjera”, ópera prima de María Florencia Álvarez que protagonizan Martina Juncadella y Martín Slipak, propone un relato de amor y tolerancia sobre una joven entrerriana que encuentra en la cultura islámica el camino para su crecimiento personal.

Se trata de una historia de iniciación y búsqueda de la identidad de una chica provinciana, inocente y pura, que viaja a Buenos Aires para repartir unas artesanías de su madre, pero llega por error a un velatorio musulmán y allí queda subyugada por los ritos, los rezos y sobre todo por el mensaje de solidaridad y amor al prójimo que expresan sus asistentes.

Fascinada por esta cultura milenaria, y sin saber muy bien por qué lo hace, esta veinteañera decide no regresar a su provincia, alquila una habitación en una pensión, adopta un nombre falso (se hace llamar Habiba Rafat) y comienza a involucrarse en el estudio y la práctica del islamismo. (Télam)