“No sé si es definitivo, no pienso mucho en el futuro”, aseguró la actriz, desmintiendo los rumores de reconciliación

Cualquiera diría que el año que pasó fue un año complicado para María Eugenia Suárez. Sin embargo, ella sostiene todo lo contrario: “El 2013 fue, lejos, el mejor año de mi vida. Porque nació Rufina”.

En delaraciones la revista Para Ti , la “China” no dudó hablar de cómo la llegada de su hija le modificó la vida, y también de qué modo comparte la crianza de la pequeña junto a su padre, Nicolás Cabré. “En eso tuve la suerte -o mejor dicho, ella tuvo la suerte- de tener un padrazo. Nico es súper atento y muere de amor por ella, igual que ella muere de amor por él. El está en todo, así que yo nunca me siento sola. Sé que hay padres que se borran, pero no es su caso. Nicolás es muy atento con ella y también conmigo. Sigue viniendo a casa todos los días”, explicó.

Sobre los motivos de la ruptura, la ex Casi ángeles no pudo dar demasiadas precisiones: “No sé bien qué fue… Yo creo que las cosas que pasan, pasan por algo cuando tiene que ser. No le doy mucha vuelta: pasó y ya está. No sé qué va a pasar el día de mañana; hoy quiero esto. No sé si es definitivo, no pienso mucho en el futuro. Hoy estoy así y quiero seguir así”.

Finalmente, al ser consultada sobre los rumores de romances que todo el tiempo surgen alrededor de la figura de su ex, la “China” dijo no estar interesada en lo que se dice. “Le creo a él”, aseguró. “Tengo una muy buena relación y ya estoy separada, con cual cada uno puede hacer su vida. No me interesa lo que dicen, ni su historia pasada, ni la mía”.