Todo lo que quiero que pase, ¡pasa!, es el grito de la protagonista de este texto, Judith McPherson, una niña atrapada entre dos mundos. El primero es el que ella llama “La tierra de la fantasía”, creado por ella en su habitación donde cada una de las cosas que crea se hace realidad. El otro es el de verdad, donde habita su padre, viudo, que además es predicador.

La vida de Judith cambia cuando un compañero de clases, Neil Lewis se vuelve su peor enemigo e intenta por todos los medios de ahogar a la niña dentro de un inodoro. Algunos niños simplemente saben ser extremadamente crueles. Lo que Neil no conoce es el poder que posee Judith para hacer que sucedan cosas. Todos sus deseos se vuelven realidad a partir del momento en que su enemigo y los amigos de este intentan incendiar, entre otras cosas la casa de Judith. A partir de una charla sobre fe, la vida de nuestra protagonista comienza a cambiar de forma abrupta. Comienzan a pasar cosas que ella desea con todo su corazón. Neil, su enemigo, obtiene su merecido, pero eso acarrea que su padre pierda el trabajo. Ella reflexiona acerca de sus capacidades especiales para realizar “milagros” y le pide a Dios que deshaga lo que lamentablemente hizo como venganza, lo que ella considera que estuvo mal. La respuesta fue certera, y dura: “Es más fácil hacer cosas que deshacerlas”. Desde este momento Judith deberá enfrentar cada decisión tomada, deberá recomponer la situación con su padre, y aprenderá una lección importante; Jamás de los jamases es útil usar el ojo por ojo, diente por diente, porque todo vuelve de forma multiplicada. Los invitó a conocer este mundo soñado, esta historia en la que una niña debe elegir entre diferentes caminos. Los invito a conmoverse, asombrarse, e indagar sobre la naturaleza de las creencias religiosas.

Sinopsis:

El personaje central es una niña extraordinaria en una situación extraordinaria. Huérfana de madre desde su nacimiento, Judith vive atrapada entre dos mundos excluyentes. Por un lado su padre, un fundamentalista cristiano que recorre las calles predicando la verdadera fe y le impone una rigurosa disciplina anclada en el pasado. Y por otro la escuela, donde su carácter peculiar incita las burlas y agresiones de sus compañeros. Para evadirse, Judith ha construido en su habitación una réplica de su ciudad con figuritas de alambre, un cielo de gasa, un arco iris de brillante papel de caramelos y muchos otros elementos rescatados de la basura: un auténtico refugio donde dejar volar la imaginación. Así, cuando, al día siguiente de haber simulado que la nieve cubría su poblado en miniatura, una nevada verdadera cae prematuramente a comienzos del otoño, Judith se cree capaz de obrar milagros. A partir de ese momento, una serie de coincidencias entre los juegos de la niña y determinados hechos que ocurren a su alrededor refuerzan su misticismo y la aproximan peligrosamente a la delgada línea que separa la realidad de la ficción.

Seleccionada por la cadena de librerías Waterstones como uno de los nuevos talentos literarios de su país, McCleen ha escrito una historia de suspense creciente que brinda al lector la posibilidad de asomarse al opaco universo del fundamentalismo religioso, donde la fe y la razón libran una batalla despiadada. La asombrosa voz de Judith, su mirada inocente y carente de prejuicios otorgan al relato una perspectiva fresca y diferente que emociona e invita a la reflexión.

Páginas: 345. Sello: Salamadra. Editorial Edhasa

Virginia Alzogaray