El alma de Ricardo Fort no tiene paz. A las rencillas (y conflictos) familiares, herencias, legados y demás temas se suma el tratamiento difícil, complejo, azaroso y diletante que tiene que ver con los problemas de la autopsia. Una fuente muy importante del ámbito de criminología forense confirmóque el cadáver del empresario y artista continúa aún depositado en la morgue. De acuerdo a este testimonio, se sigue trabajando pero, desde que se comenzó con este proceso, habrá que reparar que en cuanto a días hábiles (en enero hubo feria judicial) no se supera las 30 jornadas hasta la fecha.

Los médicos forenses siguen trabajando infructuosamente en los materiales con que cuentan, sin embargo, la tarea, de acuerdo a los diferentes casos, puede extenderse mucho más de lo previsto. En el caso puntual de Ricardo Fort es más azaroso por la gran cantidad de medicamentos que el paciente mezclaba y porque también se pudo incurrir en una defección médica muy importante, que habría derivado en un caso de “mala praxis”.