Los oscuros secretos de Amelia Gray en “La restauradora”
Si queres ser cautivada por un libro, que encima viene en trilogía, la recomendación es sin dudas “La restauradora” de Amanda Stevens. La trama cautiva desde un primer momento, no da ningún rodeo para introducir al lector directamente en los sucesos que narra la autora, cuyos protagonistas enamoran. Impecable y tenebrosa ambientación para dejar sin aliento a más de uno y una advertencia: Una vez que leas la primera página, no vas a parar hasta el final, porque tiene una agilidad, y ritmo trepidante, además del final de esta primera parte que te dejará sin aliento y con ganas de más. El merito de Stevens: supo crear un primer libro que deja al lector jadeando, como por ejemplo con la profesión de la protagonista de esta historia.
Amelia Gray es nuestro personaje femenino, quien se dedica a restaurar cementerios históricos, a sus 9 años vio a su primer fantasma, mientras estaba con su padre en un cementerio, dónde él hacía las veces de cuidador. Desde ese momento la vida de Amelia cambia, y así lo explica en las primeras páginas del libro. A partir de esta primera aparición, su padre le advierte de los peligros de reconocer la presencia de un fantasma, le impone reglas que deberá seguir al pie de la letra si es que quiere continuar con vida, ya que una de las cosas que hacen los fantasmas cuando son reconocidos por los seres vivos es absorber la energía. Da miedo y trae los recuerdos de una película que marcó un antes y un después, todos la recordaran “Sexto sentido”. Pero antes de que me vaya por las ramas, Amelia Gray tiene la vida profesional y personal en orden, su casa que es su santuario, donde nadie entra salvo ella. Hasta que todo cambia.
Por otro lado, el personaje masculino de la historia, por quién los lectores van a suspirar y sospechar, es el detective John Devlin. Para Amelia que tiene el don de ver a los fantasmas en principio no le cae para nada bien, ya que el detective es acechado por el fantasma de dos mujeres, una de ellas una niña, quien a pocos capítulos de comenzado el libro tratará de llamar la atención de la protagonista lo que puede ser letal para ella. Pero, como todo lo prohibido, a “La restauradora” le cuesta cortar el vínculo que la une al detective Devlin, y genera más de mil excusas para llamarlo. Aunque eso no hace falta teniendo en cuenta que cuando ella está por llamar, él aparece. La relación con el detective acechado no deja en claro en que puede derivar en los siguientes dos volúmenes de esta historia. Amelia Gray, un personaje complicado que unido al de John Devlin enamoran al lector en esta primera entrega.
Una trama fantástica con giros narrativos inesperados y eficaces, para dejar con la boca abierta al lector. Además hay que reconocer que el enfoque de la autora deriva en temas oscuros y sombríos. Dentro de un cementerio hay luces y sombras, hay lugares que dan miedo, otros que nos dan paz. Amanda Stevens con su delicada y deliciosa narrativa ha sabido captar esos sitios y sentimientos que le genera un cementerio a esta protagonista tan peculiar.
“La restauradora” ha sido un inicio de trilogía increíble y continúa con “El reino” y su última entrega será “El profeta”. Recomendado.-
Sinopsis:
Amelia Gray tiene veintisiete años y desde los quince puede ver fantasmas. Heredó el don (o maldición) de su padre, y también a través de él supo las reglas que todo médium debe respetar para llevar una vida tranquila: no alejarse de los campos santos; ignorar la presencia de fantasmas a su alrededor, aunque quieran hacerse presentes, y no relacionarse con personas cuyos espíritus los acechan. Amelia se dedica a restaurar cementerios de valor histórico artístico y con ello cumple con las reglas que su padre le impuso. Hasta que todo cambia.
Un asesinato en uno de los cementerios en los que está trabajando la pone en contacto con un detective acechado. Y hay algo que la empuja a estar cerca de él, a pesar del peligro al que se ve sometida casi de inmediato. Los fantasmas del detective empezarán a amenazarla y la conducirán hacia una disyuntiva extrema: elegir entre sus sentimientos y su seguridad.
Páginas: 364. Sello: Roca. Editorial: Penguin Random House
Virginia Alzogaray