Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Lavandera-Cuacci: lo popular y lo clásico se cruzan en el Colón

Los pianistas Horacio Lavandera y Juan Esteban Cuacci presentarán el lunes un dúo a dos pianos en el Teatro Colón con un repertorio

popular conformado por obras de Carlos Gardel, Horacio Salgán y Julián Plaza, entre más.

“Trazamos una diagonal entre mundos diferentes”, expresó Cuacci, pianista autodidacta, para graficar su relación con Lavandera, de

formación clásica.

En concierto se consumará el lunes a las 20.30 en el Teatro Colón (Libertad 621) y será la continuidad de una presentación realizada en la

Usina del Arte, en el barrio de La Boca, en diciembre pasado.

“A nivel de acústica las dos salas son parecidas; incluso creo que la Usina de algún modo copió el modelo de acústica del Colón, pero claro

que desde lo emotivo, especialmente para mí que tocaré mis obras y arreglos en ese lugar, será muy diferente”, expresó Cuacci a Télam.

El pianista, hijo de Juan Carlos Cuacci -guitarrista y director de tango- y sobrino de la cantora Susana Rinaldi, enfatizó el valor del Colón como

“meca del imaginario musical de todos los argentinos”.

El encuentro entre los pianistas, ambos residentes en España y con un conocimiento personal de muchos años, se precipitó luego de que

Lavandera manifestara su interés por proyectos que desbordaran el ámbito tradicional de los espacios sinfónicos.

“Horacio estaba interesado en hacer cosas distintas y entonces le mostré los arreglos que estaba escribiendo. Le encantaron y así se

comenzaron a proyectar estos encuentros, que ojalá tengan posibilidad de una continuidad”, dijo Cuacci.

-¿Cómo se concilia en el escenario la diferencia de toque entre dos pianistas de formaciones diferentes?

-Cuando se concretó la posibilidad de tocar juntos hice algunas modificaciones en los arreglos y obras precisamente para aprovechar en todo

sentido la diferencia de toque.

Horacio es un gran pianista clásico y yo un autodidacta y fue un trabajo muy interesante el de trazar una diagonal entre dos mundos para

poder encontrarnos en un repertorio original que nos represente a ambos como pianistas.

Esto es particularmente difícil porque tocar a dos pianos tiene dificultades específicas. Es más difícil que tocar en una orquesta porque hay

que empatar sonoridades y volúmenes. Sin embargo, a la vez es un trabajo muy divertido.

-¿Qué intereses comunes y obstáculos se presentan en la idea de darle una continuidad a este dúo?

-La idea es seguir tocando este repertorio y hasta ampliarlo. Y está en el horizonte la posibilidad de hacer una gira por el interior. Es parte del

plan. Hay una dificultad de agendas pero otra mayor que es la de encontrar pianos. En la medida que eso esté, la posibilidad está viva.   

(Télam)