La modelo habló sobre su divorcio con el empresario, su participación en ShowMatch y su debut en la pantalla grande con la película Los bañeros

A pesar de haber tenido una escandalosa separación de Leonardo Fariña, Karina Jelinek logró seguir adelante con su vida. En este momento, optó por enfocarse en el trabajo y prefiere no apostar al amor por un tiempo.

“Desde que me separé, trabajo más y me va mejor. Estoy soltera y quiero seguir por un tiempo largo porque la pasé muy mal. Yo todavía estoy en trámite de divorcio”, aseguró la modelo en una entrevista radial con Catalina Dlugi por La Once Diez.

También explicó en el ciclo Agarrate Catalina las razones por las que decidió cortar con la relación: “Cuando me enteré de todas las mentiras, de que me engañó con cinco mujeres, yo fui y pedí el divorcio”.

Luego, apuntó contra su ex por una deuda: “Él me decía que no sabía ahorrar. Entonces, yo le di una parte de mis ahorros. Después fue todo el quilombo, lo de Lanata. Cuando surgió eso, él se enoja porque no volví con él, entonces no me devolvió la plata. No terminamos bien. Hubo violencia verbal”.

En cuanto a lo laboral, manifestó estar muy emocionada por su debut en la pantalla grande con la película Los bañeros, cuya avant premier se realizará este lunes en Mar del Plata.

Además, se refirió a su participación en Bailando 2014: “Con Marcelo Tinelli tengo una muy buena previa. Ambos tenemos mucho feeling en la televisión. Yo me dejo llevar por él y él se deja llevar por mí. Así se crean cosas naturales, como la palabra que yo tiré de los ‘belgicanos’. Yo soy así como me ves, como me escuchas, soy así en la vida. Ya la gente me conoce. Al principio me gastaban, como Pettinato”.

Por último, señaló que convirtió su frase característica es un emprendimiento comercial: “Hoy en día, ‘Lo dejo a tu criterio’ es una empresa.

Saqué una línea de remeras y voy a hacer una línea de vinos. De esas cosas pasaron años. Algo que yo sufría, se volvió algo bueno en lo comercial y en lo divertido. Me relajo y dijo si me equivoco, me equivoco. Nadie es perfecto”.