El alma de la Selección Argentina no pudo contener las lágrimas tras la clasificación a la final y comenzó a palpitar el duelo definitorio del Mundial. De la mano de Masche, todo es posible.

Lloramos todos junto a él. Javier Mascherano se quebró tras hacer historia con la Selección Argentina, que llegó a la final del Mundial tras 24 años de ausencias. Y en gran parte fue gracias al Jefe, que se quitó méritos y comenzó a palpitar el choque contra Alemania.

“Somos los 23, el cuerpo técnico. La verdad que si hay algo que merecía este grupo era esto, jugamos un partido brillante, siendo nosotros. No teniéndole miedo a nada, sabiendo lo que nos jugábamos. Estamos ante el partido de nuestras vidas, estamos para jugar una final del mundo, creo que este grupo de jugadores ha llevado a Argentina adonde merece estar. Ojalá podamos coronarlo el domingo, pero más allá del resultado, no tengo palabras de lo orgulloso que estoy de este equipo”, comentó emocionado.

En diálogo con la TV Pública, el alma de este equipo explicó que esto no es un logro de un mes, sino del trabajo que comenzó en las Eliminatorias, más precisamente con el triunfo en tierras colombianas en la cuarta fecha.

“Este equipo nació en Barranquilla y hubo un montón de jugadores que hoy no están acá, pero están en nuestra alma y esto es de ellos. Disfrutemos cada segundo de lo que nos toca vivir, porque esto pasa una sola vez en la vida”, indicó.

Por último, mostró su orgullo por integrar el plantel argentino y no se preocupó por el cansancio: “Ya nos recuperaremos. El objetivo era estar en la final, dimos todo. Jugamos un partido súper inteligente, no le dimos oportunidad. Este es un partido super,el partido de nuestras vidas…”

Foto: Reuters