Esta autora ha dado en el clavo con el tema que ha elegido tratar en esta novela. No es un tema que haya sido tratado. Se trata de la vida de los Judíos Alemanes tras una guerra civil que ha dejado devastadas sus vidas y unas marcas tan potentes como surcos. No es una simple historia de lucha y realidad, sino también de decisiones que cambian vidas y que terminan siendo definidas por las perdidas.  Joanna Hershon explota al máximo su capacidad como escritora, ya que los escenarios descriptos, tan evocadores y emocionantes, como también los diálogos y los personajes tan bien definidos hacen de esta historia una verdadera joya literaria.

Eva es la protagonista de esta historia, corajuda diríamos en nuestros tiempos. Es una figura cargada de sentimientos, emociones, fuerza y un enorme poder de decisión a la hora de jugar sus cartas. Para el lector será Imposible no sentirse identificado, ya sea con sus conflictos internos, como por las dificultades a las que deberá enfrentarse. Con inesperados giros, y con una gran empatía hacia la protagonista que marca el ritmo de una historia emocionante que dejará una estampa en el corazón del lector. Recomendado.

Sinopsis:

Berlín, 1861. Eva Frank, una chica judía de dieciséis años de edad, es retratada en una hermosa pintura, un gesto amable que muchos ven como una indiscreción y que acaba por tener unas consecuencias devastadoras.

Desesperada por escapar de la dolorosa situación, Eva decide casarse con Abraham Shein, un ambicioso comerciante del Oeste americano. La joven novia saldrá de Berlín y atravesará las aguas heladas del Atlántico para adentrarse en el accidentado terreno del camino a Santa Fe, en Nuevo México.

Allí, Eva se asentará en una ciudad desconcertante, en medio de una comunidad tan áspera como floreciente. Pero ni este nuevo entorno le permite olvidar su vida anterior, ni nada conseguirá protegerla de una creciente amenaza que la obligará a tomar una decisión que cambiará su vida por completo.

Páginas: 391. Sello: B grupo Zeta. Editorial: Ediciones B Argentina

Virginia Alzogaray