“El reino”, espeluznante segunda parte de Amanda Stevens
El reino señores y señoras los dejará sin aliento y aún finalizado querrán continuar leyendo “El profeta”, su siguiente ejemplar. Stevens hace que las piezas del primer libro terminen de encajar en “El Reino”. No solo eso, Amanda, creo en esta oportunidad una atmósfera oscura y gótica que me hará estremecerme al lector en un sinfín de ocasiones. La autora ha mantenido durante todas las páginas de esta obra la tensión en el ambiente, las descripciones que hace del lugar son tan detalladas que te sumergen de lleno en la vida de este pueblo. Un halo siniestro envuelve esta segunda entrega de Stevens.
Amelia se traslada a Asher Falls para un nuevo trabajo de restauración. Dejando atrás su casa, amistades y ese amor platónico, pero prohibido con Devlin, que tanto nos devastó en el volumen anterior. Al llegar a su nuevo destino, una horda de nuevos personajes, misteriosos y reacios a los extranjeros, le impiden hacer bien su trabajo.
Amelia, que en “La restauradora” era una protagonista con una integridad increíble y que no se amedrentaba ante el aliento gélido de la muerte, ha ido perdiendo toda fortaleza al verse afectada por la maldición que posee Asher Falls, la familia Asher y cierta tumba escondida entre las montañas que destila podredumbre y oscuridad. Amelia es atacada frecuentemente por entes espirituales, acosada en algunos capítulos, lo que hace que se transforme en un personaje que huye, buscando desesperada campo sagrado. Así, “El Reino” adquiere un aspecto más oscuro, violento e incómodo, pues el ente que acecha a Amelia no tiene límites. Es un ser diabólico.
El misterio que rodea el cementerio y, concretamente, la tumba marcada, se encuentra a la altura de los acontecimientos y nos mantiene en vilo, creando hipótesis sobre los sucesos que se narran. Amelia Gray, se enfrenta al mayor de sus temores, a su peor pesadilla, y a la verdad que siempre estuvo buscando. El final de este libro no es apto para cardiacos. Recomendado.
Sinopsis:
Amelia se traslada hasta Asher Falls, Carolina del Sur, para trabajar en la restauración del cementerio del pueblo, que se encuentra en un estado lamentable. La pequeña ciudad, rodeada de lagos y montañas, tiene un misterio innegable y la única manera de llegar a ella es a través de un ferri. Todo esto le viene de maravilla a Amelia quien, aunque no quiera admitirlo, está huyendo de Charleston y de lo que le sucedió con el detective del que está enamorada, Devlin, un hombre acechado por sus fantasmas. Necesita volver a centrarse en su trabajo y obedecer a rajatabla las reglas que su padre le impuso en su momento para protegerse de ella misma y de su capacidad para percibir la presencia de espíritus.
Sin embargo, ni bien pone un pie en el pueblo, se da cuenta de que hay muchos que no la quieren allí, y Amelia empieza a percibir un aura de mal a su alrededor…
Esta historia continúa en “El profeta”.
Páginas: 349. Sello: Roca editorial. Editorial: Penguin Random House