“Jarabina”, del viejo Boca,habla del partido con River y los jugadores de ahora pegados al celu
“Una de las cosas más atractivas del Superclásico era ver la rivalidad de las tribunas. Es una pena que no se pueda ver hoy”, reflexionó el otrora jugador Xeneize que quedó en el corazón de los hinchas por una jugada que para otros no tendría importancia. “En la Bombonera yo me sentía de 2 metros 20 y con una capacidad torácica impresionante. En el 85 jugábamos contra Unión y se me escapó el puntero derecho de ellos cerca del córner, yo quedé en el piso boca arriba y veo que estaba por tirar un centro. Entonces estiré el cogote y trabé con la cabeza los pies del rival. Esa jugada quedó en la memoria de los hinchas de Boca. Siempre me dicen que se acuerdan que trabé de cabeza y algunos dicen que lo vieron pero se lo contaron, jeje”.
Tal vez por haber jugador de lateral, Enrique Hrabina no registra muchos goles en su carrera: “Hice pocos pero buenos goles. En uno cabeceé entrando al área como 11 al lado de Comas. Después me pregunté qué hacía ahí, ja. Lo mío era la marca y con Passucci hacíamos una buena dupla, jaja. Una vez me agarré a trompadas para defenderlo en Misiones porque había metido una plancha. No se podía contener”.
Interpelado por Diego Korol en Pop 101.5, el ahora entrenador afirmó que “No dirigiría a River. Sería una falta de respeto para los hinchas de Boca. Con los de River siempre nos respetamos pero mirá lo que le pasó a Gareca y Ruggieri. La gente no les perdona haberse pasado al otro lado y no creo que sea justo”.
El “Vikingo” sonrió cuando le hicieron escuchar un relato televisivo de los ochenta: “Mauro Viale inventó una J y una A y desde entonces hasta mis amigos me dicen Jarabina”. Más tarde, se refirió al vínculo con los barras bravas al decir que “en esa época estaba el Abuelo. Un día nos visitó en La Candela. Los grandes lo encaramos para bajarle el perfil pero él insistió en hablar con el equipo. En el vestuario les dijo a mis compañeros a los gritos que todos tenían que jugar como Hrabina. Yo le dije que si jugaran como yo íbamos a ser un desastre”, soltó divertido.
Por último, alentó al actual técnico de Boca: “Al Vasco Arruabarrena lo dirigí en Reserva. Tenía buenas condiciones y era un pibe excepcional. Está recotizando a los jugadores de Boca, nada menos que después de Bianchi. No es fácil. Me gustan las apariciones de pibes como Cubas, pero cada vez es más difícil con los jugadores porque hoy son más individualistas. No hay tiempo para formar grupos y así se complica ganar cosas importantes. Con mi cuerpo técnico prohibimos los celulares en los momentos de charla grupal. ¡Algunos los agarran en los entretiempos! A pesar de que ser DT es la peor profesión de todas, es lo que elegí y me apasiona. Me fue bastante bien”.