La maquinaria repetitiva de un sector del  periodismo deportivo que erroneámente hace pocas semanas condenó al juez Merlos por el partido Lanús-Arsenal, ahora se puso en marcha para destruir futbolísticamente a Emanuel Gigliotti porque el meritorio y talentoso Marcelo Barovero le atajó el penal al 9 de Boca antes que se cumpliera el primer minuto de juego. No erró el penal Gigliotti, se lo atajaron…En acción posterior de juego Gigliotti volvió a fallar en otras jugadas de inminente peligro, pero en una que todos vimos, la metió adentro y fue un golazo que el linesman anuló por posición adelantada que vió él solo…La mayoría de los comentaristas del encuentro señalan y lo hicieron los medios electrónicos durante el partido que esa jugada estuvo mal anulada por Delfino que siguió la marca del árbitro de raya. Entonces ahora hay derecho a dejar sin trabajo a Gigliotti, como pretendieron algunos con Merlos, o mejor sería poner en marcha la maquinita de condenas con el linesman que seguramente se equivocó, pero privó a Boca del empate…Sería mejor desactivar la maquinita de repetitivas condenas.