La odisea de Maximiliano Guerra con un cajero
Maximiliano Guerra pasó un momento de nerviosismo por culpa de un cajero automático. El bailarín realizó algunas compras en un shopping porteño y cuando se prestaba a retirarse se acercó a abonar el estacionamiento.
Guerra puso su tarjeta para pagar pero el cajero automático no le leía la tarjeta. Intentó varias veces pero fue en vano. El aparato casi le termina reteniendo la tarjeta, algo que fastidió al artista.
Al ver que se sumaba gente a la fila y comenzaban a impacientarse, el bailarín tuvo que ir a la caja y pagar en efectivo, con mucha bronca por la situación vivida.
Maxi reclamó que el cajero no funcionaba y mostró su enojo en caja. Igual se retiró del lugar pagando lo que correspondía. Luego se retiró del lugar con calma pero molesto por tardar algunos minutos de más.