Según Ana Rosenfeld Luli Salazar si cobra, es por hablar
Trascendieron más detalles sobre el pacto Salazar-Redrado. A deducción de Rial, el economista le pagaba por hablar bien de él, pero el acuerdo duró sólo lo que duró la relación, pese a las intenciones de Luli de extenderlo unos meses más. La ex pareja todavía tendría asuntos pendientes.
De a poco se va revelando el contenido de un sobre depositado en una escribanía de confianza de Martín Redrado. Ayer Ana Rosenfeld, abogada de Luciana Salazar, ofreció más pistas sobre el misterio que envuelve a un supuesto contrato de silencio de la ex pareja: “Yo lo llamaría al revés. Existe un convenio, pero no es de silencio para Luli. Si cobra, es por hablar, no por callarse”, dijo misteriosa.
Mientras la infartante rubia se sube todas las noches a las tablas con Casa Fantasma, obra que encabeza la taquilla de Carlos Paz, Redrado eligió tomarse vacaciones sólo en compañía de sus dos herederos: Tomás y Martín. Los tres, sin la actual pareja de Redrado, Amalia Granata, viajaron a Miami y regresan hoy a Buenos Aires.
Redrado todavía tiene asuntos pendientes con su ex pareja, Luciana Salazar. Eso lo dejó bien en claro la misma Rosenfeld. Si no llegan a un arreglo en común a fines de febrero deberán verse las caras en una mediación.
Según información que Rosenfeld envió a la panelista de Intrusos en el Espectáculo (América), Marina Calabró, entre Luli y Martín “deben resolver algunas condiciones económicas, la casa de Tortuguitas, quién se hace cargo del alquiler que supuestamente termina en marzo próximo. Si no hay acuerdo, se va a la vía legal y, justamente, él no quiere que nada trascienda”.
Por deducción de las palabras de Rosenfeld, el conductor de Intrusos en el Espectáculo llegó a la conclusión que “el arreglo entre ellos era mientras duraba la pareja y ¿Luciana tenía que hablar bien Redrado?”. Calabró insistió que Rosenfeld recalcó que “el acuerdo estaba vigente durante la relación” y Rial agregó que Salazar “quería unos meses de changüi para supuestamente seguir cobrando”.
Rial remató: “¿Estaremos ante el nuevo Ricardo Fort?”, en referencia a rumores de que el multimillonario mediático solía pagar a su entorno para que lo promocionen como la nueva figura de la televisión y el teatro.
Siempre en función de su fuente Ana Rosenfeld, Calabró agregó que “Luciana denuncia algunos incumplimientos del contrato por parte de Redrado y es justamente es eso lo que quiere ejecutar. Estamos hablando de plata…”.
Cuando se destapó el tema de la existencia de un acuerdo guardado bajo siete llaves trascendió que, en caso de separación, Redrado tendría que pagar una mensualidad de 10 mil dólares mensuales durante el lapso de un año.