“Las buenas y las malas energías te llegan y te duelen”
A sus 17 años, Martina Stoessel se convirtió en un fenómeno mundial con Violetta y detrás de ese sueño de éxito, fanatismo a montones y talento, hay una realidad que a veces la supera.
“No entiendo mucho. Me río y lo disfruto sin ponerme a pensar lo que esto representa en realidad, porque me vuelvo loca. Lo primero que me sucedió fue esto, no hice mil castings ni otros programas. Arranqué a los 14 jugando en Primera”, señaló Tini en una nota con el diario Clarín.
Luego, en medio de su gira por Europa, Martina contó cómo hace para no perder el contacto casi diario con sus seres queridos: “Obvio que extraño a mis amigas. Las conozco desde los tres años, y nunca me cambié de colegio. Tenemos un grupo de Whatsapp y me mandan videos de Cariló, Pinamar, Punta del Este. Yo estoy acá y me dan ganas de estar allá. Pero no perdí contacto con ninguna de ellas. Apenas llego nos juntamos”, reveló.
Tini aseguró que la profesión en la que está no es para nada fácil: “Uno no deja de ser una persona, ni de tener sufrimientos. Yo soy una persona común y corriente viviendo todas estas cosas, pero no dejo de tener un corazón. Creo que la vida de un artista es súper dura, también por el tema de la exposición, las críticas y la gente que habla de vos. Las buenas y malas energías te llegan y te duelen. No entré por la idea de ser famosa. Entré por la satisfacción de poder hacer lo que me gusta”, finalizó.