Lucía Magdalena Ana Bravi es su nombre completo. Estudió danza desde muy pequeña, trabajó como azafata y, luego de un casting, quedó seleccionada para el programa “Soñando por bailar”, donde se coronó campeona y tuvo la oportunidad de disfrutar de su vocación: el baile. Actualmente se encuentra realizando varias obras de teatro, entre ellas “Algunas mujeres a que les cagué la vida”, “La jaula de las locas” y la recientemente estrenada “El mundo de Oz”, un infantil que promete mucha diversión para los más chicos. La morocha nos confiesa su falta de tiempo para la cocina y los fracasos reiterados al intentar preparar un buen plato.

¿Sabés cocinar?

-Nada, nada de nada. Soy pésima y quemo absolutamente todo de manera increíble. A mi ex novio le quemé las ollas dos veces seguidas. Soy muy colgada, no me interesa la cocina porque vivo sin tiempo. Tuve la intención de cocinarle alguna vez y, cuando me di cuenta, estaba todo quemado. Traté de hacer un curso por internet porque ya me daba vergüenza: siempre nos invitaban a comer a la casa de algún amigo y, cuando venían a la nuestra, no me quedaba otra opción que pedir delivery. Hoy que me separé, vivo pidiendo por teléfono a alguna rotisería o cocino lo básico. Pueden ser fideos, ensaladas o milanesas de soja cuando tengo un poco más de tiempo. Me gusta comer pollo o pescado grillado. Trato de evitar la carne, aunque me encanta el pastel de papas que me hacía mi abuela. Si hay asado, ni loca como las achuras. Por ejemplo, los chinchulines no me gustan y a la molleja, por la que todos mueren, no la puedo ni ver.

Gentileza: Diarioshow