Confirmado: Nacha Guevara deja el jurado del Bailando
La artista tomó la decisión de no continuar el año que viene en el ciclo de Marcelo Tinelli y se animó a sugerir una sustituta.
Durante dos años, Nacha Guevara ocupó una de las sillas del jurado en el Bailando, y lo seguirá haciendo hasta fin de certamen, pero llegó el momento de buscar un nuevo desafío. “Quiero salir de mi área de comodidad. Y, en este caso, mi área de comodidad es el Bailando. Ya lo hice dos años. La he pasado muy bien, he conocido gente muy linda, otra no tan linda… Hay que seguir el camino”, dijo la artista en nota radial con Catalina Dlugi, por La Once Diez.
Lo cierto es que Nacha quiere reencontrarse con su faceta artística, la de actriz y cantante, como lo va a hacer esta temporada teatral en Stravaganza. “Quiero hacer otras cosas el año que viene, cosas vinculadas a la enseñanza y volver a cantar, que es verdaderamente lo mío…”.
Sobre la figura del medio que le gustaría que la reemplace se animó a dar un nombre. Más allá de lo que eligieron los propios finalistas del Bailando 2015, quienes votaron a Cris Morena. “Cris estaría muy bien, pero a mí me gustó mucho Pampita porque es muy observadora, no fue complaciente, no trata de quedar bien con todo el mundo, y es muy resulta. Además es muy mona. A mí me gustaría que ella me sucediera en el Bailando como jurado”, señaló como una buena opción.
Luego, Guevara habló del resto del jurado y evitó referirse a Soledad Silveyra, pero Catalina hizo foco en dicho faltante y tuvo que opinar de ella también: “A Moria la voy a extrañar; Polino es muy buen amigo, tiene ese don de acompañarte justo cuando uno lo necesita; y a Ángel lo conozco desde este año, estamos haciendo muy buenas migas…. Con Solita no tengo química y cuando eso no se da, no hay que forzarlo”.
Con 50 años de trayectoria encima y lista para decirle adiós a ShowMatch, Nacha no dudó en halagar a Marcelo Tinelli como jefe y cabeza de un gran programa de entretenimiento: “Lo que más me gusta de Tinelli es que a pesar de tener el poder, nunca lo demuestra, no te lo hace sentir. Eso es lo que más valoro de él, y es algo muy difícil que alguien lo haga. Marcelo crea una atmósfera de trabajo muy distendía y relajada. En el Bailando hay libertad de decir lo que a uno se le antoja”.