Donatella Sabatino y Stefano Costa emigran a la Argentina para hacer realidad sus sueños de poseer su propia tierra, familia y riquezas. Cuando el barco zarpa ya no hay marcha atrás, llegan a una Buenos Aires que los sorprende, pero que también los hace temer. En la oficina de inmigraciones les informan que los van a colocar en un lugar provisorio. Ese sitio era el Asilo para inmigrantes ubicado en la calle Corrientes. Estaban hacinados  junto con otros inmigrantes pero no perdían la fe. Al poco tiempo Stefano conseguirá trabajo en el Club del Progreso. Hará amistades con sus compañeros, uno de los cuales le hará lugar a él y a su esposa para vivir en una piecita en su casa de San Telmo. La suerte de ellos comienza a sonreír. Donatella, junto a las otras mujeres de la casa hacen migas enseguida. Se establece un orden de convivencia, al menos hasta la llegada de la fiebre amarilla. Al mismo tiempo, la autora narra la historia de Josefa Lenrico y su marido Don Rafael Martínez Peña. Él: comerciante y estanciero; ella: una niña caprichosa.  Y como tal maltrataba a sus esclavas, cambiaba de parecer cada dos por tres, manipulaba a su marido, a sus amigas, y a su madre. No soportaba no ser el centro de atención allí dónde fuera. Gran amante de las tertulias y los chismorreos, desinteresada por el prójimo a tal punto, que al leer los capítulos en los que ella aparece uno no hace más que indignarse con esta mujer. Se puede decir que es la bruja de esta historia, y su maldad es grande.

Como mujer de la alta sociedad Argentina comienza a ir a misa, a hablar con las mujeres mayores, a formar parte del selecto club de las mujeres influyentes de Buenos Aires. En una de las misas conoce al Padre Gastón, y queda prendada de él. Desde ese día ya no es tan difícil para ella tener relaciones con Don Rafael, su esposo, ya que con solo cerrar los ojos imagina que es Gastón quien la posee y disfruta con ello. Pero su maldad no acaba en esta circunstancia. En medio del caos que provoca en Buenos Aires la fiebre amarilla, Josefa crea una argucia, y se esconde en la habitación del Padre Gastón a esperarlo. Cuando él la ve pierde por un momento el sentido de la orientación, ella se abalanza sobre él y lo posee sin descaro alguno. La lujuria de esa noche sembrará en Josefa la semilla de una nueva vida, mientras que en el Padre Gastón, será la pena, culpa, arrepentimiento y por último el suicidio. Don Rafael feliz con la noticia del embarazo de su esposa organiza fiestas, y se alegra porque al fin tendrá descendencia en la tierra. En tanto la vida de Donatella y Stefano empeorará con la fiebre amarilla que azota el hogar que “El alemán” les otorgó. Stefano y Donatella, luego de varios golpes de gracia se mudarán a un hotel, Stefano comenzará a trabajar en el Cementerio, empleo que nadie quiere por miedo al contagio de la enfermedad. Donatella entre rezos y trabajo como costurera será quién se encargue del hotel, ya que el dueño quiere irse de la ciudad hasta que pase la enfermedad. Ella y su esposo mantendrán el hotel en pie. Nacerá su primer hijo a quién llaman Vittorio. Josefa mientras tanto trae al mundo a Pedro, el hijo del Padre Gastón. El niño es la alegría del hogar de los Martínez Peña, hasta que se manifiesta que el niño sufre de enanismo. Los padres de Pedro lo mandan a su estancia fuera de la ciudad, y le hacen creer a sus vecinos que su bebé murió. Guardan el luto. Josefa el secreto de que Pedro no es hijo de Don Rafael, y este último el desprecio por el niño y su esposa.

En tanto los indios son llevados como prisioneros a Buenos Aires, les quitan sus amadas tierras y las mujeres se convierten en esclavas de los blancos. Sayen y su madre viajan en uno de los malones. La madre de Sayen le encarga que sea obediente con los blancos y le repite que ella será la encargada de que el mundo sepa la verdad sobre las vicisitudes de los indios. Luego de varias jornadas la madre de la niña se quita la vida frente a su “princesa”.

Sayen va a parar como esclava en la casa del magnate James Sellers, allí conocerá a su hija Catherine con quién crecerá y se educará como si fuera una más de la familia. Las niñas crecerán, y pasarán por las etapas juntas. La vida de Vittorio, Pedro, Sayén y Cathy se cruzarán en un punto. Los cuatro lucharán por su presente y futuro, serán paladines de la justicia, amigos, ayudarán al prójimo. Enseñaran los valores de la vida, pero ¿Podrán permanecer juntos y felices? Recomendado.

Sinopsis:

En el marco de la terrible epidemia de fiebre amarilla que asoló la Ciudad de Buenos Aires en los años 1870 y 1871, Graciela Ramos vuelve a enamorarnos con sus fascinantes personajes. Los amantes de San Telmo cuenta la historia de Vittorio, militante anarquista hijo de inmigrantes italianos, un joven idealista decidido a pelear por mejorar las condiciones paupérrimas de los inmigrantes en una ciudad en pleno crecimiento. Pedro, por el contrario, proviene de una familia adinerada de la oligarquía porteña pero, para su desgracia, es confinado y escondido, ya que padece enanismo. Sayén, por su parte, es una hermosa indígena sobreviviente de la Campaña del desierto de Roca, que expulsada de su tierra llega a Buenos Aires en busca de una nueva vida. Entre los tres le dan forma a esta original y atrevida historia de amor en la que se cruzan los destinos de estos jóvenes con los acontecimientos históricos que dejaron sus huellas en nuestro país. El hermoso barrio de San Telmo, en el sur porteño, es el escenario de la nueva y esperada novela de Graciela Ramos, autora de Lágrimas de la Revolución y La Capitana.

Páginas: 378. Sello: Suma de Letras Editorial: Penguin Random House Argentina

Virginia Alzogaray