Una creación periodística de Luis Pedro Toni

“Si hay miseria que no se note”, fue el escudo de PEPE FECHORIA

Durante tres décadas, desde los sesenta el gallego  José Alberte,bautizado por el público como Pepe Fechoria se convirtió en una figura destacada de la colonia artistica de Buenos Aires, con los más grandes, que concurrían al restaurante “Il vero Fechoria”de la calle Córdoba, casi esquina Gascón, con noches interminables y sus mesas pobladas de politicos, sindicalistas de derecha e izquierda “sin grieta”,deportistas ,gente del turf y las principales estrellas del ambiente artístico.
Como informaramos falleció internado en un geriátrico de Galicia a los 86.
 Vivia hace más de 10 años en su pueblo natal,Rivadavia, donde había regresado luego de trabajar en nuestro país más de 30 años,junto a Margarita y sus dos hijos, uno de los cuales también regentea un restaurante en la península .En el último año se había agravado su estado de salud  y pasó a la internación. Uno de los hijos de Pepe, Fernandito (también nombre del postre mas popular que había creado con José ,su jefe de cocina en la calle Córdoba) el viernes por la mañana  trasmitió la triste noticia al reportero gráfico Pato Giacometo, quien se encargó de darla a conocer a la prensa.
En realidad “Il vero Fechoria” era propiedad de un gastronómico italiano en pleno centro de Buenos Aires, muy concurrido por gente del turf en particular.Al bajar la concurrencia nocturna en el centro se trasladó a la calle Córdoba donde había un cafe llamado Qiroga que era propiedad de un juez nacional del mismo apellido, y allí lo puso de administrador a Pepe , quien era mecánico dentista y vivía en Avellaneda, donde también  alcanzó la jefatura de relaciones públicas del club Independiente, por supuesto del que era hincha.El primero que abrió las puertas de la calle Córdoba al ambiente artístico fue Délfor que con los integrantes de La revista dislocada que iba entonces por Teleonce y se grababa  una vez por semana hasta las tres de la tarde, hora en que coordinados por el periodista Coco D· Agostino, amigo de Pepe , iban a almorzar a la calle Córdoba.Al poco tiempo se comenzó a correr la versión que se comia muy bien en el lugar y la gente del ambiénte se movilizó masivamente, en particular al cierre de las funciones teatrales.
El que no fue a Fechoria en esas décadas decía con orgullo el mismo Alberte “no es figura”.Se festejo allí uno de los cumpleaños de Gerardo Sofovich, pero cerrando el restaurante para solo invitados del festejado, quien esa noche se disgustó con algunos que no fueron de traje y corbata.En esas mesas se sentaron casi todos los ínterpretes más conocidos del país y artistas del exterior como Serrat,amigo de Pepe,hasta el Rey de España Juan Carlos en una ocasión, y en varias oportunidades el último ministro de Franco y gobernador de Galicia Fraga Iribarne. Una noche en esa mesa de Fraga se nombró a Franco y a la orden de Pepe “se pararon todos los comensales…”.Cuando concurría algún famoso que de repente le bajaban las finanzas y bajaba  su pedido a un vino barato, Pepe le cambiaba la botella por el que tomaba cuando tenía más plata y fue así que acuñó la frase :”¡si hay miseria que no se note…!”, que aplicada innumerables veces.Calificadas figuras del ambiénte quedaron algunas veces con cuentas pendientes de más de 10 comensales  en una mesa , o calificados comentaristas políticos que le cambiaban cheques y luego resultaban incobrables.Nunca los denunció.Aceptaba cambiar cheques, sin cobrar un peso,en la mayoria cobrables.
Alberto Olmedo, entre muchos de gran cartel ,era asiduo concurrente, pero solía hacerlo solo, aceptando que se sentara con el solo Pepe, aúnque saludaba cordialmente también a otros que se acercaban, siempre muy introvertido fuera de la escena.
Con el furor incial de Puerto Madero, por mediación de gente de la Aduana trasladó el restaurante al lugar que se ponía de onda, pero ya no fue lo mismo, la mudanza,otro público, la gran cantidad de locales de comida, más los costos de ese barrio número 43 de la ciudad, hicieron que Fechoria traslade su gastronomia de salsa gauchito a la calle Juramento,en Belgrano, al lado del museo Avellaneda. Poco tiempo más también debió levantar campamento a otro en la cale México, poco antes de llegar a la calle Lima.Los amigos del “campeón” de otras noches memorables de más de 20 años en la calle Córdoba  no llegaron hasta allí.
José Alberte fue  un buen tipo que manejó su clientela con tremenda simpatía, a veces  un tanto ruda,pero afectiva al mismo tiempo,consumidor exclusivo de Vega Sicilia. Pocos sabían ,porque no alardeaba de eso, que cuando tambaleaban sus finanzas podían seguir sentándose en una mesa de Pepe.
Dios lo tenga en la gloria. 
Como amigo ruego una oración por el.
Luis Pedro Toni