Teté Coustarot tuvo lo que calificó “el encuentro de su vida” con el Papa Francisco, en el Vaticano.

De esta maravillosa experiencia, Teté comentó “naturalmente fue breve, pero estuvo siempre sonriente y totalmente focalizado en lo que le decía. El Santo Padre tiene la particularidad de que, cuando estás conversando con él, pareciera que te dedicara todo el tiempo del mundo”. “Le pregunté si podía abrazarlo y me dijo que si, así que nos dimos un gran abrazo y pude comprobar su increíble buena energía…emana santidad”.

Teté aprovechó para hacerle entrega de la foto de un chico de Necochea que está con Leucemia y el Papa la bendijo.

El encuentro fue posible gracias a la gestión de Monseñor Guillermo Karcher, Jefe de Protocolo del Vaticano, quien invitó a Teté y su familia a una misa oficiada por él.

A medida que Teté iba abandonando la Plaza del Vaticano, muchísimos argentinos con banderas gritaban a su paso : ¡Qué día, Teté!

M.B.