Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Paul McCartney revolucionó el fin de semana cordobés

El músico inglés llegó el sábado a la mañana, y se mostró dispuesto y de buen humor. Saludó a un fan, su banda probó sonido y encantó a más de 55 mil incrédulos fanáticos.

Y un día, Córdoba se vistió de Beatle.  A partir de las siete de la tarde, más de 55 mil almas llegadas del norte y centro del país coreaban una a una las letras de los himnos que Sir Paul McCartney les regaló durante el imponente show con el que desembarcó su “One on One Tour” en el Estadio Córdoba, rebautizado “Mario Kempes”.

La fiebre beatle fue levantando temperatura a medida que se acercaba la fecha de la llegada del bajista del cuarteto de Liverpool.

Por caso, desde hace una semana aproximadamente, se abrió un debate mediático acerca de si los choripaneros podrían vender sus clásicos productos, luego de que McCartney, un reconocido vegano, les pidiera que no se comercializaran productos a base de carne.

Sin embargo, en las afueras del Estadio Córdoba, decenas de parrillas inundaban el ambiente con su adictivo aroma gastronómico.

Incluso, Pablo Arana (34), el dueño de la carnicería “Paul Mac Carne” de Alta Gracia (McCartney se enteró de ella gracias a un amigo turista que le avisó y subió la foto a Instagram) se metió en la polémica y prometió preparar especialmente un chori vegano. “Lo armamos con berenjenas, calabacines y otras verduras. La verdad es que son muy buenos y salen muy ricos. Están envueltos en una tripa artificial que, en realidad, es la que se usa ahora. Ya no tienen nada de animal”.

Paul McCartney aterrizó en el aeropuerto cordobés “Ambrosio Taravella” el sábado cerca de las once de la mañana. El británico ingresó por el pequeño edificio de la Dirección Provincial de Aeronáutica (DPA) y evitó los cientos de curiosos que lo esperaban en el hall central del aeropuerto cordobés.

Cinco motos de la Policía y tres automóviles Audi Q5 plateados formaron la comitiva que salió del aeropuerto hacia el centro de la ciudad. Pero antes de ingresar a la avenida La Voz del Interior, sir Paul, haciendo gala de su caballerosidad inglesa, bajó la ventanilla para chocar su mano con Ignacio Nores, un fanático de la banda de Liverpool: “Desde mis 12 años soy muy fanático. No puedo creer haberlo saludado. Fui a una reunión laboral en el aeropuerto, y sabía que Paul aterrizaba a esa hora. Cuando me iba vi que la guardia policial se preparaba y me di cuenta de que estaba por salir. La verdad es que no tenía ningún tipo de esperanza de verlo, pensé que iba a pasar detrás de los vidrios polarizados. Cuando llegó la caravana de autos levanté los brazos, frenó, bajó el vidrio y me saludó”, le contó Nores al diario cordobés La Voz del Interior.

Nores agregó que “la gente que me conoce sabe cuán fanático soy. Fue estar en el lugar indicado, en el momento indicado. Es muy loco pensar que era el único fan que estaba esperando”, contó sorprendido este tucumano radicado en Córdoba, que ya vio al beatle las dos veces que tocó en Argentina.

Otro que no quiso perderse el recital fue Daniel Ingaramo, un economista de 56 años que llegó al estadio junto a su esposa Gabriela y su hija Franca (18); además de ocho familiares más, quienes coparon parte del VIP Platino: “Jamás me imaginé, en la remotísima vida que iba a ver a un beatle en Córdoba. Imaginate, yo empecé a escuchar Los Beatles en 1976, justo cuando se iniciaba la dictadura. Ese año conocí a mi esposa. No había radios FM, ni esperábamos a un beatle en Argentina. Lo vi a Paul en Buenos Aires en el 93 y en 2010. Cada imagen importante de mi vida está asociada a Los Beatles; a mi hija Franca, ni bien llegó a casa, le puse un disco de Los Beatles”, cuenta orgulloso.

A las cinco de la tarde de ayer, la zona del antiguo Chateau Carreras se fue poblando de gente de todas las edades: desde contemporáneos de Paul, John, Ringo y George; hasta adolescentes como Lucía Cobian (16) que ama a McCartney por haberlo escuchado en la panza de su mamá Rita; y viajó 850 kilómetros desde Salta para ver a su ídolo: “Es increíble, la verdad estoy muy emocionada. Ver a Paul es ver un pedazo importante de la historia y la música del mundo”.

Juan Blondont, un músico, actor y humorista cordobés tiene en su casa un bajo violín similar al de Paul: “Creo que aprendí Hey Jude antes que el arroz con leche”, bromea; y admite: “Esto es inimaginable. Si vos ves los videos de Los Beatles en la azotea de Abbey Road, nunca te iba a entrar en la cabeza que Paul McCartney pudiera tocar en Córdoba. Encima un paul muy vigente, renovado y con energía, no un Paul en decadencia”.

Como no podía ser de otra manera, los miles de cordobeses que disfrutan del primer recital del “One on One Tour” de Argentina, tienen un anochecer agitado, como A Hard Day’s Night, la primera de las más de 40 canciones que les regaló el siempre vigente Paul McCartney. (Clarín)