Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Llegó Cristina a la casa de Gran Cuñado

Era uno de los momentos más esperados del formato humorístico de Showmatch y no defraudó. Fátima Flórez se puso, una vez más, en la piel de Cristina Fernández y deslumbró con un divertido discurso en donde abundaron chistes y chicanas políticas al ritmo de “Avanti morocha”.

Acompañada por Alicia y Máximo Kirchner, Luis D’Elía, Fernando Esteche y Amado Boudou, Cristina Fernández (Fátima Flórez) debutó en Gran Cuñado. Fiel a su estilo, improvisó una extensa cadena nacional en la que abordó temas de actualidad, entre ellos, José López y el dinero enterrado en el convento.

Bombos, platillos, bandera, aplausos y Banda presidencial antes de uno de los ingresos más esperados del formato humorístico. Entre chicanas políticas al doble de Mauricio Macri (ya dentro de la casa de Gran Cuñado), la falsa Cristina también se acordó del periodista Jorge Lanata: “Agua por favor, agua no leche, porque me cae mal la nata”.

Ya con la valija en la mano, a punto de despedirse de su público para ingresar a la casa, dijo: “Yo no quiero que adelanten las elecciones, no… Yo quiero que adelante el segundo semestre que no llega más”.

Antes, Marcelo Tinelli presentó un musical  parodiando la escandalosa detención de José López. El ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, que fue detenido cuando intentaba ocultar casi nueve millones de dólares en un convento de General Rodríguez, irrumpió en la pista del programa para presentar un musical al ritmo de la música de Esperanza Mía.

Interpretado por Sebastián Almada, quien fuera la mano derecha de Julio De Vido ingresó con bolsos y fajos de dólares en mano, repartió valijas y se lamentó de no correr la misma suerte que Mariano Martínez. “Él la enterró todo un año en un convento y nadie le dijo nada…”, bromeó.

“Si tengo una offshore, tengo esperanza/ y en fajos de mil la voy a mandar/ detrás de la cruz escondí los Euros/ te doy una pala y vos, ayudame a cavar”, entonó el humorista, mientras en el estudio todos se morían de risa.

“Estoy enojado con los muchachos de La Cámpora, que me iban a ayudar y cuando les dije que había que agarrar una pala, se fueron“, cerró Almada.