Una creación periodística de Luis Pedro Toni

La confesión de Inés Estevez

La actriz recordó en la mesa de Mirtha Legrand la situación que desencadenó en su retiro de los medios por siete años.

Un día, Inés Estevez (51) decidió dar un portazo y anunció su retiro de la actuación. Era 2006, estaba casada con Fabián Vena (48), todavía no habían llegado a su vida sus hijas, Cielo (7) y Vida (5), mucho menos su actual pareja Javier Malosetti (50) e, incluso, se acababa de ganar un Premio Martín Fierro como Mejor actriz. Sin embargo, su decisión fue rotunda y sorpresiva. En Almorzando con Mirtha Legrand la actriz se refirió a los motivos que la llevaron a dejar su profesión en aquel momento y por qué quiso volver.

“En ese tiempo la actuación terminaba siendo la rama más alejada del arte, se empezó a mezclar la paja y el trigo y no importaba si actuabas por el arte o para salir en la tapa de la revista. Me empecé a sentir un factor de venta y empecé a sentir presiones que nada tenían que ver con el camino que yo había hecho. Empecé a perder el gusto por lo que hacía y empezó a resentirse mi salud concretamente”, contó, antes de hablar de un accidente que hizo que se replanteara su carrera y su vida.

“Llegó un llamado de atención muy claro que fue un accidente severo que tuve grabando Cuatro amigas, una comedia que producía Marcelo Tinelli. Estábamos grabando, chocamos, se abrió un airbag, me di la cabeza contra la chapa de un cinturón de seguridad y tuve una herida bastante importante en la cabeza. Al mes, me estaban haciendo una angioresonancia para ver si tenía coágulos… Un bajón”, recordó Inés. “Ese verano estaba en Brasil, sentada sola en una playa vacía, cero turística y me dije ‘¿qué necesito para ser feliz?’. Poco y nada. Volví y dije ‘no quiero nada’. Y ahí me di el gusto de hacer cosas que tenía pendientes como dirigir teatro o escribir mi primera novela”, contó.

Sin embargo, Inés se replanteó su decisión radical en 2013 y, en medio de un nuevo presente, ya separada del padre de sus hijas, hizo su vuelta en la pantalla grande: “Cuando retomé, yo pensaba que nunca iba a retomar, fue gracias a Daniel Burman y su película El misterio de la felicidad. Recuperé el amor por la profesión porque decidí eliminar todo eso que me molestaba que era la exposición innecesaria. Me gustaba el trabajo, no el circo alrededor de eso”, finalizó Inés Estévez.