Luego de que se filtrara un audio privado en el que se escucha a José María Muscari haciendo polémicas declaraciones sobre Federico Bal –hecho por el que el director teatral de Falladas emitió un comunicado en Twitter pidiendo disculpas por su exabrupto- el hijo de Carmen Barbieri hizo su descargo.

“Leí (lo que había dicho Muscari) por todo lo que me arroban en Twitter… no tengo ganas de hablar. La verdad es que me lastima, son cosas que no hacen más que lastimarme. Me duele muchísimo. Con Muscari no tengo relación hace mucho tiempo y me gustaría mantener esta ‘no relación'”, expresó en diálogo con El Diario de Mariana.

Además, Federico reveló que va a iniciar acciones legales: “Sí, claramente mis abogados están tomando cartas en el asunto. No voy a permitir que se diga nada más de lo que se está diciendo de mí”.

“No voy a escuchar el audio porque ya me han dicho las cosas en Twitter. La verdad es que no quiero hablar, me parece que no es el momento. Nunca tuve una relación con Muscari, sólo fue laboral y no quiero hablar ni del señor ni de nadie de la familia de mi exnovia (Barbie Vélez)”, agregó.

Por último, cerró: “Creo que ya está todo dicho. Me lastima, me hiere. Son cosas que no se le dicen a ninguna persona. Es muy lastimoso y me hace mucho mal, entonces prefiero no hablar y mantenerme en silencio. Esto es más de lo que me demuestra esta gente siempre y que ahora estoy viéndolo, nada más. Mientras esté lo más lejos posible de ellos, mejor”.

Por otro lado, el joven actor también compartió una carta a través de su cuenta de Twitter bajo el título Así estoy, que decía lo siguiente:

“Desde hace algunos meses estoy siendo el blanco de comentarios y acciones que sólo buscan lastimarme. Estoy dolido. Estoy triste. Mi viejo está nervioso. Mi mamá está intranquila. No voy a permitir este ni ningún otro agravio. Personas que ensucian y mienten, que han sido las generadoras de una cadena de injurias. Y hoy coronan ese rosario de mentiras con discriminación. Estoy orgulloso de ser hijo de un padre judío y de una madre católica, porque ellos me enseñaron a ser una persona de bien. Un tipo común con un trabajo poco común. Sólo eso.

Me duele volver a ver mal a mis viejos. No lo merecen. Pero a la vez, los tres sabemos que pronto va a salir el sol y que el tiempo pone las cosas en su lugar. Nosotros, trabajando y tratando cada día de ser nuestra mejor versión. Y otros, uniéndose en las mentiras y el odio, entre risas de hienas patéticas. Me honra ser judío, religión que me dio amigos entrañables y los mejores recuerdos de mi infancia.

Una vez más, esto no va a quedar así. Voy a hacer lo que toda persona debe hacer en estos casos: recurrir a la Justicia. Ahí, donde terminan las mentiras, los insultos y la maldad. Me defenderé, iré hasta las últimas consecuencias. Y luego seguiré caminando, orgulloso de vivir en un país libre. Por mi viejo, por mi bobe y por todos los que fueron y son discriminados”.