La modelo está en su mejor momento a nivel laboral pero en lo personal tiene algunos conflictos. “No somos una familia perfecta”, confesó al referirse a Adolfo Jelinek, quien es buscado por la Justicia, luego de ser condenado por comercialización de estupefacientes.

Karina Jelinek atraviesa su mejor momento personal. Tras lanzar su propia marca de ropa interior y una linea de remeras tiene todas las energías puestas en su nuevo emprendimiento.

Sin embargo, a nivel personal no todo es de color rosa. Su hermano fue condenado por la justicia a la pena de cárcel y desde entonces es intensamente buscado.

Al ser consultada sobre esto, la modelo le dijo a “Desayuno Americano”: “Es muy buena persona, pero como toda persona se equivocó y no soy quién para juzgarlo. Él como buena persona que es va a cumplir lo que tenga que cumplir”.

Además, remarcó que la situación apaña su buen momento laboral: “Estaba en una etapa feliz de mi vida, me costó mucho llegar, no somos una familia perfecta y está bueno que la gente se entere de que mi vida no es perfecta. Día a día lucho para que mi mamá y mi papá estén felices, gracias a Dios están casados hace años, somos una familia normal de clase media”.

Los hermanos sean unidos por que esa es la ley primera dicta el refrán, sin embargo a pesar del cariño que siente por “Fito” decidió ponerse de lado de la justicia:

“Lo que haga mi hermano es… yo soy la menor, fui como una segunda madre, pero hay un límite, no lo voy a consentir en todo. Es verdad que consumió drogas, pero gracias a Dios salió de eso, hace mucho que no lo veo. Lo apoyo, pero hay un límite”.

En el 2014 la Justicia condenó de Adolfo Jelinek a cuatro años de prisión por comercialización de estupefaciuentes, a la espera de una sentencia firme, hecho que ocurrió en el 2015. Su abogado defensor había pedido que el hermano de la modelo cumpliera su penitencia en un centro de rehabilitación, pero al momento del traslado, se perdió su rastro y hace meses que nadie sabe nada de él.