Escándalo con los reyes de Holanda por la venta de obras de arte
Embolsaron varios millones de dólares que no fueron destinados a la caridad. La discusión es si las obras eran privadas o del Estado.
La familia real de Holanda obtuvo varios millones de dólares con la venta de un cuadro y de una colección de dibujos pertenecientes a su colección de arte, lo que ha generado las críticas de la gente y de varios especialistas en el ámbito cultural.
Entre las obras figura una pintura de gran tamaño del indonesio Raden Saleh, recuperada en 2006 y vendida hace dos años a la Galería Nacional de Singapur. Los catorce nietos de la reina Juliana I de Holanda se encargaron de la transacción, mientras que en 2012 un miembro no identificado de la familia real vendió una colección de 1.200 dibujos del siglo XVII y XVIII al empresario John Fentener van Vlissingen, uno de los hombres más ricos del país y originario de Utrecht, la ciudad de los antiguos mapas.
Las ventas salieron a la luz hace pocos días, dado que se había exigido a los compradores mantener en secreto las transacciones, según precisó el periódico holandés NRC Handelsblad.
Los ingresos obtenidos con la transacción no se destinaron a obras de caridad, como se hace en éstos casos. Sin embargo, el Gobierno de Holanda aseguró que las pinturas y los dibujos estaban clasificados como propiedad privada. Aun así, varios expertos en arte han declarado que el intercambio comercial supone una pérdida para el patrimonio nacional.
El cuadro vendido era Incendio en el bosque (1849), del pintor indonesio Raden Saleh, y la otra obra era el Atlas Munnicks van Cleeff, con más de un millar de ilustraciones de la ciudad de Utrecht, en los siglos XVII y XVIII.
Considerado el primer artista moderno de Indonesia (colonia holandesa hasta 1949) Raden Saleh (1811-1880) viajó a Europa y se hizo famoso con sus pinturas de fauna salvaje. Ahora, su cuadro ya no está más en Holanda sino en la Galería Nacional de Singapur, que le habría pagado cuatro millones de dólares a la familia real.
La historiadora de arte francesa Marie-Odette Scalliet, que participó en los trabajos que permitieron descubrir la pintura indonesia de 1849 en un depósito del municipio de Rijkswijk, aseguró sentirse “muy decepcionada” y añadió que la familia real había ignorado su consejo de vender o donar la obra a un museo holandés.
Del mismo parecer, el historiador alemán Werner Kraus manifestó su descontento con la venta de la pintura hallada en 2006 en un almacén del Instituto de la Colección de los Países Bajos, organismo encargado de gestionar la colección pública de arte en Holanda: “Una de las familias más ricas de Europa es la familia real holandesa. los mismos que descuidaron este lienzo hasta el punto de que quedó casi destruido, después trató de ocultar el desastre y ahora ganó millones con él”.
La conmoción entre los directores de museos ha sido enorme, porque no descartan que la tela de Saleh, encontrada en el depósito de obras del patrimonio nacional, pueda considerarse del Estado. un escándalo real…