Sting envuelto en un escándalo
Denuncian que en su finca, entre 30 y 40 personas trabajaron en condiciones de esclavitud. El entorno del músico dice que está “muy triste” por la noticia que él desconocía.
En las últimas horas, Sting es noticia y no por su música. La policía italiana investiga una red mafiosa que explotaba a inmigrantes sin papeles y los obligaba a trabajar largas jornadas a menos de cuatro euros la hora, en empresas vinícolas de la Toscana. Una de las bodegas en las que operaba era “Il Palagio”, cuyo propietario es el músico británico.
Enseguida el entorno de Sting salió a salvar su imagen. El fiscal, Antonio Sangermano, considera que el cantante “no tenía conocimiento de este hecho y ni siquiera estaba en Italia en el momento”. O sea, no es sospechoso de ser el responsable de la contratación ilegal. Lo paradójico: precisamente en su nuevo disco, 57th & 9th (que saldrá a la venta el 11 de noviembre), el antiguo vocalista de The Police dedica una canción titulada “Inshallah” a la crisis de los refugiados.
“Espero profundamente que la ley italiana siga su curso y lleve el asunto a los tribunales”, dijo Sting (de 57 años) al diario británico “The Telegraph”, que denunció los hechos. Y se mostró triste.
Sting es propietario de Il Palagio desde hace 25 años. Su vino más reconocido lleva el nombre “Sister Moon”. Incluso logró entrar en la lista de la revista especializada “Wine Spectator”, que lo incluía entre los 100 mejores de la península apenina.
La investigación empezó en 2015: dos jóvenes llegados de África denunciaron a la policía que había medio centenar de inmigrantes indocumentados trabajando de manera ilegal en empresas agrícolas de la zona. Los refugiados tenían jornadas de hasta 15 horas al día y con sueldos de cuatro euros la hora. Ni siquiera contaban con la vestimenta adecuada y sufrían las heladas en invierno.