La modelo contó en la mesa de Mirtha Legrand los motivos por los que no vive con su esposo, quien se mudó a Mumbai en agosto último.

Tal como pasó en 2014 y 2015, cuando Matías Defederico se fue a jugar al Al-Dhafra de Dubái y al Eskişehirspor de Turquía, respectivamente, hace pocos meses Cinthia Fernández volvió separarse de su esposo y padre de sus tres hijas.

A mediados de agosto, el delantero viajó a la India para desempeñarse en el Mumbai City FC y desde entonces sólo tiene contacto con su mujer y las pequeñas Charis, Bella y Francesca a través de las comunicaciones telefónicas y las redes sociales.

En medio de fuertes rumores de una crisis de pareja, debido a la aparición de varios botineras que aseguraron haber tenido un affaire con el futbolista, Cinthia decidió quedarse en la país junto a sus hijas y no acompañar a su esposo en el exterior, tal como hizo el año pasado cuando Matías firmó contrato con el club San Marcos de Arica.

Varios meses después de la partida del ex Huracán, la modelo reveló en la misa de Mirtha Legrand los motivos que la llevaron a decidir quedarse en Argentina y sus palabras sorprendieron.

Es que, lejos de asociar esa determinación con alguna crisis matrimonial, la mediática aseguró que el problema básicamente reside en las diferencias culturales entre un país y otro.

“No es por no querer ir, por ser mala madre. Pero Bombay es una ciudad bastante especial, no tiene agua potable, hay mucha pobreza. Y no es por vivir en un lugar de lujo, el tema son los chicos”, expresó la también bailarina sobre la separación de su familia.

Y siguió: “Matías vive en un hotel porque solo se puede vivir en un hotel. Mucha gente vive en la calle. Es un choque de riqueza y pobreza continuamente. Es bastante fuerte de ver, él no sale de ahí porque le da tristeza. Creo que no eran condiciones, y él también creyó lo mismo”.

Además, la ex participante de Bailando por un sueño y panelista de Gran Hermano valoró el enorme gesto de su esposo de afrontar una vez más la soledad por el bienestar de su mujer y sus hijas.

“Tenemos tres chiquitas, es un trastorno para los chicos y no puede ser un capricho. Él está trabajando para darle lo mejor a sus hijas. Son sacrificios para darle lo mejor, no es que se está borrando”, argumentó.

“Él es el que más sufre por estar lejos de sus hijas, hablamos todo el tiempo y yo le digo ‘mirá que cuando vuelvas te van a volver loco’ porque están todo el tiempo papá, papá, papá”, cerró con buen sentido del humor Cinthia, quien espera con ansías la llegada de diciembre para recibir nuevamente en casa a Matías.