Una creación periodística de Luis Pedro Toni

“El rock suena mal en el Colón: chicos, dejen de intentarlo”

Darío Lopérfido descalificó la posibilidad de que el rock vuelva a ocupar el escenario del coliseo porteño, a propósito del cruce que mantuvo con la banda Babasónicos.
Los dichos del funcionario responden a las declaraciones formuladas por Adrián Dárgelos y Mariano Roger, cantante y guitarrista de Babasónicos, a raíz de un ciclo organizado por el diario La Nación en el Colón. “No estaba en nuestros planes tocar acá, pero como estamos en medio de una gira de teatros nos pareció que era un buen momento para aceptar la propuesta (…) entre Cemento y el Colón hay apenas veinte cuadras de diferencia, no más”, dijo Dárgelos, en desprecio a la histórica sala porteña.

“Con la programación externa voy a tener una mirada más rigurosa. El rock tiene un problema: suena mal en esta sala. Es para tocar fuerte. Así que, chicos, dejen de intentarlo. Es común este empecinamiento de los rockeros que siempre quisieron tocar en estadios y de golpe quieren tocar en un teatro. El rock le causa daño a la sala (por la reverberación del sonido) y además se escucha mal. Lo de (Al) Pacino fue otra cosa, porque es simplemente una cuestión de dinero, porque en dos noches el teatro se quedó con 1.700.000 pesos que nos sirven”, explicó.

El teatro Colón fue utilizado durante 2016 para numerosos eventos privados empresariales, la programación de artistas ajenos al mundo de la lírica y hasta la programación de casamientos dentro de sus salones, todo mediante el alquiler del teatro en las fechas libres que deja el propio calendario.

Télam: ¿Qué manifestaciones estéticas cree que no deben ser parte de la programación del Colón, sea quien fuere que las organice?

– DL: No puedo dar un criterio porque el criterio es el que dice la ley, que dice que acá se programa ópera, ballet, conciertos sinfónicos. Y hay otra ley que dice que no se puede tocar en más de 95 decibeles.

– T: Ese criterio parece contradictorio con el que maneja el ministerio de Cultura de la Ciudad, que promueve una “apertura a lo popular” a través de artistas masivos. ¿Qué es lo popular para usted, en el sentido de que los artistas de la televisión vengan al Colón o que un pibe de un barrio marginado tenga acceso al capital cultural del teatro?

– DL: Ese último es mi criterio de lo popular. Eso es lo que yo llamo abrir popularmente un teatro.

– T: ¿No hay una contradicción entre lo que usted promueve y lo que promueve el gobierno de la Ciudad?

– DL: Sí, pero es una contradicción bien resuelta. Claro que hay una diferencia de pensamiento. Yo creo que es más popular la novena sinfonía de Beethoven que cualquier hit de la música popular. Yo soy duro en mis criterios pero a la vez tolerante. Pero lo que hay que entender es que lo popular no es la mercadotecnia. Acá toda la vida tocaron artistas populares como Horacio Salgán, Astor Piazzolla o Mercedes Sosa. La cuestión es que la mercadotecnia rebajó el nivel de lo que encuadramos en lo popular. (Télam)