Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Iñaki Urlezaga el programa federal del ballet “Danza”

El Ballet Nacional “Danza”, bajo la dirección de Iñaki Urlezaga, cerrará la temporada 2016 con un clásico, “El lago de los cisnes” (Piotr Tchaikovsky), desde el viernes en el Teatro Ópera y a modo de coronación de un amplio programa federal que busca, según afirma el bailarín, “reparar las distancias entre lo que se ofrece en Buenos Aires y las demás provincias” y provocar así un “hecho inusitado” en el mundo del ballet.

La clausura de la temporada será con funciones entre el viernes 23 y el viernes 30, con excepción del 24 y 25 de diciembre, en el Teatro Ópera de la Capital Federal (avenida Corrientes 860). El ballet será acompañado por la Orquesta Académica de Buenos Aires, dirigida por Carlos Calleja.

La coreografía de Urlezaga, montada sobre la popular música de Tchaikovsky, contará además con el vestuario de Mini Zuccheri y la escenografía de María José Bezzosi. Las entradas, gratuitas, ya están agotadas para todas las funciones.

El Ballet Nacional “Danza”, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, tuvo funciones en 2016 en Palpalá, Jujuy; en Santiago del Estero; en las Termas de Río Hondo; San Miguel de Tucumán; La Rioja; La Plata; Lomas de Zamora, entre otros destinos.

Urlezaga inició en 2012 su actividad junto al Ministerio de Desarrollo Social focalizando toda su experiencia en la danza como herramienta de inclusión social y cultural. Con la idea de fundar un cuerpo de baile que se integró tras 32 audiciones federales en todo el territorio del país. El programa fue confirmado por la nueva gestión ministerial.

– Télam: ¿Cuál es el balance de la temporada 2016 y qué crecimiento y dificultades ha mostrado el cuerpo analizando en perspectiva?
– Iñaki Urlezaga: Creo que finalmente estamos cerrando un buen año. Me parece que se empiezan a vislumbrar, especialmente visto desde afuera, un crecimiento en el cuerpo de baile. Se observan resultados claros de estos años de trabajo. Desde adentro es más difícil de percibir porque ese crecimiento, como es todo el crecimiento en la danza, es muy paulatino, es obra de un trabajo pausado pero continuo.

– T: El programa atravesó un cambio de gobierno y, ahora, entiendo que pasará el año próximo a la órbita del Ministerio de Cultura, ¿Cómo han afectado al ballet esas transiciones?
– IU: Tras el cambio de gobierno hubo una gran receptividad del Ministerio (de Desarrollo Social) para la continuidad del proyecto. Aunque generó alguna demora en nuestra agenda, ratificamos el camino de sumar bailarines de las provincias, de afirmar el carácter federal del programa y la vocación por ir al Interior superando las dificultades que haya.
Ahora está programado que pase al ámbito del Ministerio de Cultura y creo que será un cambio enorme porque es un lugar con un programa más definido para nosotros. No quiero decir que es más acorde porque, evidentemente, nuestro trabajo fue y es parte de un plan social que es muy importante y se ha logrado, desde lo humano, una repercusión muy importante. Sin embargo, y más allá de que es una decisión que me excede desde lo artístico, es un cambio afín a nuestro crecimiento.

– T: ¿Qué diferencias observan en sus presentaciones, que pueden variar de ser montadas en un escenario teatral tradicional, en un estadio o en un predio improvisado?
– IU: Tenemos la voluntad de estar presentes en todos lados, con las diferencias sociales y económicas que implica, y para que las diferencias entre el programa de la danza no sean tan grandes entre lo que ocurre en Buenos Aires y lo que se ofrece en las provincias. Tratamos de ir a las provincias y, cuando vamos, de no ir sólo a las capitales sino a los lugares más recónditos.
Intentamos reparar esa idea que postula que al interior nada llega y, en ese sentido, hay una función social en ofrecer el mismo espectáculo, con las mismas exigencias, en todos lados. Es un hecho audaz e inusitado en el mundo del ballet.  (Télam)