En Punta del Este, donde la modelo y el tenista descansan, aseguran que hace falta ponerse con 14 mil dólares. Ojo, ella sola cobraría 10.

Es la pareja del verano. Sin ninguna duda. Entre separaciones varias, peleas y roces, ellos fueron por otro camino y apostaron por el amor. Así llegaron a Punta del Este para aprovechar el sol, la playa y el mar a pleno. Y lejos de ocultarse, se muestran sin inhibiciones. Mimos, sonrisas para las cámaras y hasta bailes íntimos forman parte, hasta ahora, del día a día de Carolina Ardohain y Juan Mónaco.

Aunque parece que tanta buena onda, tanto feeling con la gente tiene un precio. Y no es precisamente el de la fama. Al parecer, además de disfrutar de su romance como hace tiempo que no lo hacían, Pico y Pampita se dieron cuenta de que lo suyo también podría ser un gran negocio. Bah, un negoción.

Buscados por cientos de curiosos, la modelo y el tenista se acostumbraron a sacarse fotos y a firmar decenas de autógrafos cada vez que bajan a la playa. Y también recibieron un aluvión de invitaciones a eventos publicitarios, inauguraciones, etcétera. Es por eso que, según cuentan en Uruguay, habrían decidido empezar a cobrar por dar el presente.

Y no se trataría de dos pesos, eh. Para nada. Ana  Laura Román es una periodista que se especializa en cubrir la temporada veraniega de Punta del Este y quien informó que los felices tortolitos están pidiendo… ¡¡¡14.000 dólares!!! por hacer presencia en el evento que los requiera. Sí, leyó bien: 14.000 dólares, unos 226.000 pesos argentinos por estar menos de una hora sonriendo para las cámaras.

Ojo, el recurso no tiene nada de malo. De hecho, es habitual y se da en todos lados. Pero no hay dudas de que Pampita y Pico habrían encontrado la manera de que tanto amor encima les reditúe una buena cantidad de billetes.

De todos modos, hay una perlita. Y es que ella es más buscada que él. Por ende, el cachet de la ex jurado de Bailando por un Sueño es más alto en el caso de que deba ir sola. ¿Cuánto pide? Unos 10.000 dólares. El tema es conseguir que los enamorados acepten alejarse por un rato. Aunque esa es otra historia…