El drama de la Tota Santillán: su mujer lo abandonó por la mucama
El conductor reveló que su ex comenzó una nueva relación con la chica que trabajaba en su casa. Y dijo que aún no puede ver a sus hijas.
Es habitual que el mundo artístico espere el verano para hacer “la” temporada. Llenar teatros, ser reconocidos y hasta asegurarse un lugarcito en la tele gracias a la repercusión suelen ir de la mano cuando el calor comienza a subir. No importa el lugar. Sólo interesa sacarle jugo a estos meses. Daniel Santillán lo tiene clarísimo. Sin embargo, hoy sus urgencias van por otra vereda. Está triste, se siente engañado y, sobre todo, defraudado.
Si bien está viviendo una temporada bastante aceptable con Revistota, la obra que protagoniza en el Teatro del Ángel, en Mar del Plata, de lunes a lunes a la medianoche, la Tota continúa destrozado anímicamente. Y uno de los grandes motivos es que sigue sin poder ver a Camila (6) y Mia (5), sus dos hijas más chicas, desde agosto del año pasado.
Aunque no es la única razón. El conductor tropical recibió como un mazazo la confirmación de que Sol, su ex esposa, está nuevamente en una relación sentimental. Y no con cualquier persona. ¿Un amigo? ¿Un conocido? ¿Un ex novio? No, no y no. La Tota contó que su ex está manteniendo una relación homosexual con su empleada doméstica.
“Es así. Nos separamos cuando descubrí que mi mujer tenía una relación con ella. Un tiempo antes yo le había contado que lo sospechaba a mi suegro. Pero él se rió sarcásticamente y me dijo que no me preocupara”, relató Santillán en diálogo con Pronto. Y agregó: “El año pasado Sol me dijo que no iba más por Whatsapp. Estábamos con problemas pero íbamos y veníamos. Y, de repente, empezó a tener cambios drásticos. Y ahora ésto”.
La novedad, obviamente, le cayó como una bomba. Y si bien no quiso dar más datos sobre la mujer que hoy estaría de novia con su ex, sí aceptó que lo más importante es poder volver a ver a sus hijas. ¿Por qué no lo hace? Ahí viene el otro problema: Sol lo denunció por “amenazas coercitivas” y, ante esto, intervino el Juzgado de Instrucción 44, secretaria 115, que dio cumplimiento a un oficio judicial para notificar la prohibición de acercamiento de Ricardo Daniel Carias (el nombre real de la Tota) a la mujer y a sus hijas.
La situación, lógico, lo tiene alterado. Y moviendo todas las fichas posibles para lograr que la Justicia revea su postura. “Es muy duro y los tiempos se hacen eternos. Pero al menos aceptaron hacerle pericias psicológicas a Sol”, dijo.
¿Qué pasó desde aquellos días de amor total hasta hoy? Solamente ellos lo saben. Pero la concreto es que la Tota la está pasando mal y, sin querer queriendo, deslizó que no descarta que justamente sea su ex empelada doméstica quien esté detrás de toda la historia. “El año pasado me tuve que ir de mi casa y terminé viviendo en el monoambiente de un amigo. Hay mucha maldad de golpe. Y yo sé que Sol no es así ni nunca lo fue”.