Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Darín y Rivas retoman el Maipo con buen teatro

La obra afirmó Darín, “facilita un doble juego, el de vernos reflejados y el de permitirnos reír de cosas que a lo mejor no son una fantasía pero que jamás podríamos hacer”.
 
 
“Es nada más que género humano contado y escrito por Bergman, que sabía muchísimo del género humano y sabía sobre todo cómo contar la historia. Esta historia no tiene época, no tiene lugar, sucede acá y ahora porque estamos acá y ahora pero podría suceder en Estocolmo en 1700 o en los años 20, da igual, porque en eso el ser humano no cambió. Estamos igual que en las cuevas del neolítico”, reflexionó la directora que comparte la tercera temporada de la obra con la pareja que conforma Darín y Rivas.
 
En tanto, el actor opinó que lo que atrae de la obra es que se trata de “un juego de siete escenas que Bergman propuso para presentar un conflicto conyugal a través de 25 años de duración, haciéndola atravesar diferentes etapas, y es ahí donde facilita un doble juego. Por un lado el de vernos reflejados frente a un espejo, y poder mirarnos a nosotros mismos y por otro, el de permitirnos reír de cosas que a lo mejor no son una fantasía pero que jamás podríamos hacer”.
 
Esta nueva temporada de “Escenas de la vida conyugal” coloca entonces por tercera vez a la pareja Darín-Rivas juntos sobre el escenario, tras la presentación que ofrecieron en Mar del Plata, en la sala Centro de Arte, en 2014, y que fue el estreno de la dupla que anteriormente tuvo a Valeria Bertucelli en el rol femenino.
 
“Esta obra me parece un clásico porque te está hablando todo el tiempo de lo que es el amor y de una manera muy honda. La mirada que tiene Bergman sobre la pareja es una mirada que no te deja afuera en ningún momento y te interpela todo el tiempo”, afirmó Rivas, quien había compartido con Darín el rodaje de “Relatos Salvajes” (filme de Damián Szifron) y de “La cordillera” (de Santiago Mitre), que llegará en agosto a los cines locales.
 
En la misma línea, continuó: “Es muy crudo lo que plantea la pieza, por eso también es interesante haberle encontrado el humor porque sin ese condimento es tremenda. Al tener el humor entra en juego algo que, para mí, es mucho más interesante y que tiene que ver con abrirse para que te entre más la daga”.
 
En coincidencia, Darín rescató el humor con el que es tratado el guión: “Es una mini tragedia, lo que pasa es que cuando las tragedias son mini nos parecen que son otros temas, estamos demasiado psicoanalizados. El humor es un vehículo que permite hablar de cuestiones dolorosas en una forma no tan trágica”.
 
“Tiene mucho que ver no sólo lo que trabajó Norma con nosotros sino lo que nosotros disfrutamos, nos planteamos unos trucos para que la cosa esté viva permanentemente, para que no se convierta en un acartonamiento, y parece que funcionó porque no esperamos que la gente se riera tanto”, resaltó.
 
“Siempre, para mí, es una sorpresa lo que pasa con el teatro, y cuando pasan cosas tan fuertes afuera de la pareja o de las casa, el tema de la pareja y de la casa es algo en lo que nos queremos refugiar. En este caso es un refugio un poco difícil ir a ver Bergman pero sí es para pensarse como pareja y en el amor, es interesante en ese sentido”, aportó la protagonista.
 
“Escenas de la vida conyugal” se sostiene en el tiempo porque “está muy bien hecha, sino no podría hacerse, pero además cuenta algo que nos importa a todos, el mundo está habitado por parejas y ese salto, realmente circense, del amor a la convivencia es algo que hacemos todo el tiempo”, expresó, por su parte, Aleandro.
 
Consultada sobre su rol como directora, expresó: “Es un lugar diferente en la medida en que es otro quien va a subirse al escenario pero estoy en un lugar en el que ser actriz me viene bien para entender la mente del actor y viceversa. Nos viene bien a los actores y también nos gusta poder dirigir aunque son dos cosas muy distintas”.telam.